Diego Sale a Cenar

Trato de explicar por qué algunos nosotros recorremos las calles de Buenos Aires solitos . Buscamos el amor o una cita, un amor para toda la vida aunque dure solo un día.

Me Visitaron

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Se va el 2010, nos deja

"A lo largo del año las estaciones cambian y lo que funciona en otoño se desvanece en verano y el azul del cielo en diciembre es como sus ojos, el gris del cielo en invierno es lo que tengo en la memoria."



Es el 2010 que se va. Y como todo lo que se va, de alguna manera nos deja. Muchas cosas me pasaron este año y siempre tuve a quien decirlo, siempre hubo causantes de todo y siempre hubo personas que fueron víctimas de la circunstancia. Gente que estuvo en mi camino el 2010 y tengo la suerte de que ya se estén preparando para bancarme el 2011.
Los amigos y vecinos. Las cosas siempre cambian. Las personas vienen miran y se van. Algunas, sin embargo, hacen algo más que solo ser espectadores, muchos propusieron y muchos surtieron efecto. Estuve confundido gran parte del 2010, estuve perdido un par de veces, me aferre a personas y a sentimientos. De todos los amigos que me visitaron este año hay algunos que son nuevos, algunos que son viejos, muchos que son de siempre.
Este año un amigo chiquito leyó entre líneas en lo que escribí, y me cambio mucho la forma de ver las cosas, los colores fueron distintos y la lluvia también. Caminar y sentir el viento en la cara en Alem y Corrientes, agradecer la humedad de la ciudad y de los besos, ser libre, un ratito y de verdad. Claro que eso es solo un momento y no siempre lo mejor es lo que uno elige. Fueron unos días de darse permiso para todo. Fueron días en los que quise cuidar a alguien. Fue un año en el que quise tener todo y todo… como saben todos, no se puede. A lo largo del año las estaciones cambian y lo que funciona en otoño se desvanece en verano y el azul del cielo en diciembre es como sus ojos, el gris del cielo en invierno es lo que tengo en la memoria. Parece que algunos tienen la capacidad de crecer, algunos que todavía no habían crecido, yo crecí hace mucho tiempo y ya no sé si queda algo mas para aprender, no sé si voy a cambiar si no cambie hasta ahora. Quizás en el 2011, quizás nunca.

Al principio de este año todo empezó en el mar, salvo una sola cosa que termino ahí, algo que me dejo con los ojos tan abiertos que no pude dormir en muchos días, incluso cuando estuve de vuelta en la ciudad. La imagen está en mí, una y otra vez se repitió este año, como para advertirme que no la voy a poder olvidar nunca más en mi vida. Y todo de donde sale? me pregunto, todo el amor que sentía y que venía de años anteriores sigue ahí, pero es inalcanzable tanto como incansable, las cosas que nunca empiezan nunca terminan, tal vez en 2011 me olvide de lo que paso en el mar, tal vez es la única manera. El corazón se me rompió este año y me engañaron antes de empezar a ser novios, y era bastante evidente que si así empezaba la cosa , no podía terminar bien, pero al final del año pudimos esclarecer que tan solo el amor no alcanza, que los tiempos podrán ser propicios pero las personas que no están juntas es porque no pueden estar juntas. Todo esto pasó un verano en el que hubo lágrimas que me dejaron por el piso, pero también pasaron otras cosas más. Este año que paso quise ser feliz con alguien que quería ser feliz conmigo, y me pareció que podía conseguirlo si sabia elegir y pensé que elegía lo que más me convenía, en lugar de enfrentar un desafío. Siempre me hubiera gustado que alguien a quien yo quería mucho y que no me quería tanto me diera la chance de estar juntos. La fantasía de que uno puede ganarse el amor del otro siempre me intrigo y pensaba, si yo tengo tantas ganas de estar con el alguien y estoy convencido de que si esa persona me diera la oportunidad yo lo haría feliz entonces si yo le daba una oportunidad a alguien entonces alguien me podría hacer feliz a mi (entonces , si entonces ,si entonces, como para ver que existe cierta lógica en esto) tenía la oportunidad y lo hice. Deje que alguien me hiciera feliz. Por supuesto, fracase, si no , no sería yo, no existirá esta página. Al final esto es lo que más me dolió, no poder hacer feliz a alguien que solo quería estar conmigo y hacerme feliz, y aunque no lo consiguió disfrute mucho el tiempo que compartimos. Y llore cuando me fui, y llore mas cuando me di cuenta que me quede sin nada.

Un día en invierno, conocí a alguien, me acuerdo bien, porque me dolía mucho un pie, y porque estaba parado en la fila para entrar al teatro y me sentí afortunado por ver a alguien y saber que quería estar con él.
Fue antes de la lluvia, que lo vi, y lo conocí, y tomamos café y compartimos una tarde y nunca más lo volví a verlo hasta este fin de año, cuando volví de un viaje, cuando extrañaba más a Buenos Aires que cualquier otra cosa. Lo vi y me vio y estuvimos comiendo juntos y tomamos helado, y me di cuenta que para volver a verlo iban a pasar otra vez las estaciones. Fue una semana en la que todo lo que podía pasar paso. Me di cuenta que estaba en con alguien y que no iba a estar más , me di cuenta que se repetía lo que no tenía que pasar mas y que era difícil pensar en poder evitarlo, como si el sexo fuera más grande que el amor. Me di cuenta que las cosas que eran antes de irme ya no eran más cuando volví, que las personas que eran jóvenes cuando me fui ya habían crecido, y estaban en otro lugar diferente y yo seguía en la misma. Pero no termino todo. Tuve la oportunidad de hablar. De decir una vez más, de pedirle a alguien, que me elija, me di cuenta que no tenía mucho que ofrecer, como si lo que me parecía prometedor al principio del año en realidad era solo ilusión, ilusión de perdedor. Está demás decir que la persona declino gentilmente mi pedido y me ofreció una amistad sincera en su lugar.
Siempre veo las cosas que me pasan como si fuera una peli, y el discurso final que hace que las personas cambien de parecer, en la vida real no dan buen resultado.
Como pasa el tiempo. Como se suspira al final del año. Cuento mentalmente los minutos felices, enseguida ya los enumere, y ahora qué?
Muchas personas me prometieron quererme y yo prometí lo mismo. Quizás es la forma de ser que tengo, siempre estoy en busca de algo, de un sentimiento que se parezca a ser feliz. Siempre junto las imágenes de las personas y me imagino finales con sonrisas, casas con parque alrededor y veranos felices, siempre hay alguien conmigo, nunca es mi fantasía estar solo. Me vengo equivocando y tengo poco tiempo para seguir equivocándome. Tendría que poder ya, a esta altura, prevenir, ver que las cosas que parecen que van a salir mal , por lo general salen mal, tendría que dejar de pensar que puedo arreglar las cosas, tendría que dejar de pensar todo el tiempo en el amor. Quizás en el 2011 lo haga.
Quizás pueda, finalmente en 2011 , salir a cenar.
Por suerte este nuevo año cambian las cosas, como cambian las cosas en los años nuevos, y como son las personas y sus promesas. En 2011 prometo estar con las personas que más quiero. Prometo estar siempre con las personas que mas me quieren. Y prometo compartir con mis amigos mi alegría ( si es que la hubiera) así como prometo compartir las experiencias que me toquen vivir. El 2011 será de búsqueda otra vez, será salir a cenar, responder las invitaciones, y conocer a las personas que dan vueltas por Buenos Aires, saber quiénes son y que me cuenten sus cuentos, como yo estoy contando los míos.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Viaje a la Esperanza (no es optimismo)

"... Si la esperanza es lo último que se pierde, quiere decir que ya intentamos todo lo posible y fracasamos, quiere decir que perdimos todo lo demás y lo último que queda es algo abstracto, un concepto, una especie de sentimiento pero no."






A veces, pensás que cuando la tormenta se calme y el gris del cielo sea azul, y el gris de tu corazón sea un poco menos gris, que cuando el momento de claridad este adelante tuyo, no solo lo vas a reconocer, sino que también le vas a dar la bienvenida, te vas a aferrar y la etapa de felicidad que vos mereces, finalmente, te va a llegar. Vas a ser Feliz. Vas a hacer Feliz (a alguien que es mejor persona que vos). Por lo menos es lo que a uno le enseñan, que después de la tormenta siempre llega la calma. La esperanza es nuestro último bote. Si la esperanza es lo último que se pierde, quiere decir que ya intentamos todo lo posible y fracasamos, quiere decir que perdimos todo lo demás y lo último que queda es algo abstracto, un concepto, una especie de sentimiento pero no.
Pero aun con todo lo mal que nos sentimos, la cantidad de helado ingerido y las deudas de tarjeta de crédito contraídas en pos de un bienestar material, aun así, siempre volvemos a enamorarnos. Siempre cometemos el mismo error.
Pasamos por la vida de las personas y no reparamos que quizás surtimos el mismo efecto en ellas que el que ellas (bueno, ellos) surten en nosotros. Lo que quiero decir, es que toda esta miseria que acumulamos, digo, todo este amor que sentimos y no nos correspondieron, puede, o podría haber sido, equivalente el sufrimiento, perdón, amor, que sintió algún incauto por nosotros. La duda es la siguiente, cuando me siento mal porque el amor de mi vida se murió, o cuando deseamos que el amor de nuestra vida estuviera muerto, que son cosas bastante diferentes conceptualmente hablando, si bien tienen un punto de encuentro, un gran pu(n)to en común, estamos ahí solos, sufrientes, en compañía de la ausencia de alguien amado (prefiero el estado de viudez, sinceramente), cuando estamos solos y no es por nuestra elección, es justo tener una relación con alguien más?.
Es sabido que luego de un gran amor (no correspondido) viene un periodo de duelo, a veces pensamos que se terminó, y sonreímos y vemos que el sol sale y comemos medialunas a la mañana, y decidimos salir a salir con alguien, por supuesto termina mal. Causa dolor al pobre tipo que se pensó que éramos normales, y uno, en general, se da cuenta que no había superado nada.

Otras veces, cuando superaste todos los hombres de tu pasado, cuando te va bien en la vida, cuando no necesitas nada, sentís que necesitas necesitar, sentís que estás listo para querer a alguien, y le rezas a la virgen desatanudos para que esta vez consigas el hombre indicado. Es bien sabido que cuando alguien se recupera, se vuelve un poco inestable, pasas de un estado en el que sentías todo el tiempo, a no sentir nada (porque es del conocimiento popular que la nada asusta) Cuando es esa época en la que no pasa nada, y nada es lo único que pasa en tu vida, se te ocurre que algo debería estar pasando.
El sufrimiento, la rabia, el llanto, el insomnio, el dolor en general, son sentimientos que nos pasan, que tienen lugar en nuestra vida, pensar siempre en alguien que no nos ama es en definitiva pensar siempre en alguien. Ya no está el que siempre faltaba, ya no nos falta, su ausencia no está presente en nuestros días, y el helado solo lo pedimos para ver una peli el domingo con alguna amiga. Es el momento de estar solo, o, en la vida del puto, es el momento de ponerse de novio con alguien que nos gusta, alguien a quien queremos, alguien que no nos puede hacer sufrir, alguien que nos quiere con locura, y que nos parece tierno, alguien que es presumiblemente una buena persona, alguien a quien no amamos.
Antes que estar con alguien a quien no amamos nos convencemos de que lo amamos, claro no somos monstruos, cometemos un error. Le damos una oportunidad a alguien que nos quiere, como no nos la dieron a nosotros, damos a alguien la oportunidad de que gane nuestro amor, como siempre soñamos que él nos la hubiera dado. Es bien sabido, que cuando cualquiera de nosotros esta de novio, es una especie de imán, para los hombres que nos ven pasar caminando de la mano con un lindo muchacho. Es sabido que hombres más bellos que tu novio van a tratar de seducirte, es sabido que cuando estés de novio con alguien simple y que te quiere, alguien, de lo menos indicado, se te va a cruzar por la calle y te vas a enamorar. Es obvio, que si te pones de novio con alguien a quien no amas, vas a ser infiel, vas a provocar dolor en el que nos quiere. Vamos a demostrar que no amamos al que está al lado nuestro.
Tenemos quien nos quiere, y promete amarnos, tenemos al que estamos seguros es el más conveniente, tenemos la seguridad de que es posible “llegar a querer a alguien” y tenemos a un loquito que de repente te mueve el piso. Alguien que no sabes que puede pasar con él pero querés averiguarlo, alguien que sentís puede terminar de la peor manera, pero no importa.

Querés dejar al que no amas, por uno al que no conoces. Sabes que el que te quiere va a aceptar con resignación si lo dejas, como vos te resignabas a ser solo el amigo del hombre de tus sueños, haces sufrir, sentís culpa.
Hoy viajaba en el tren, un tren lleno de gente como son los trenes a las 9 de la mañana, y entre toda la gente, trataba de ver cual estaría feliz y cual simplemente resignada a la vida que le toco. Miraba la foto de una chica con una sonrisa de oreja a oreja, que estaba pegada en el vagón, y decía algo así como, “Ayúdanos a Encontrarla” y el número de Missing Children, la chica tiene 18 años y nadie sabe dónde está, en la foto se la veía feliz. Me pregunto si podre poner un cartel para que la gente me ayude a encontrarme. Me pregunto si la vida es simplemente incertidumbre o si estoy perdido momentáneamente, un momento largo, eso sí.
Existe la posibilidad de que esto sea una etapa. Cuando estaba mal y triste y solo y etc., pensaba que cuando esa etapa pasara las cosas iban a hacer, de alguna manera, mejores, cuando el tren llego a la estación, baje y tome el subte, me preocupe por no morir aplastado y me preocupe por encontrar un espacio para aguantar el viaje. Eso es lo que hacemos, tratar de acomodarnos en el lugar más cómodo del vagón para pasar el viaje lo mejor posible. Las caras de la gente van cambiando, siempre es gente distinta, pero es la misma gente, son iguales no tienen cara, te rodean y un poco te oprimen, pero estas acostumbrado. Las fotos en las paredes son de gente perdida, gente que no va a aparecer más, en tu vida.
Hablo con los amigos y vecinos, hablo de los amantes y los novios del pasado, un pasado que no es compatible con la esperanza. Después del subte Salí a la luz y el sol de una primavera que no me hace sentir bien para nada, no veo ni un pajarito, ni una mariposa, ni el amor esta en el aire, veo que cada vez es más difícil decidir, creo que todo pasa por mí. Siento que se acerca otra vez ese tiempo, ese tiempo cuando vez caer las cosas que te rodean, ves que se va despejando el camino, pero también te das cuenta que te vas quedando solo, ves que, otra vez, la esperanza está ahí, lista para ser tu último recurso.

sábado, 14 de agosto de 2010

El chico que podía llorar.

“…al fin todos te iban a mirar distinto, porque ibas a estar de la mano del hombre perfecto. Cuando pensabas que la peleas y las lagrimas , aunque frecuentes, eran, apenas, pasajeras. Pensabas en la suerte que tenias en haber conseguido el amor de tu vida ( el que solo duró un año. Quizás la vida solo dura un año )”



Cuando pasa mucho mucho tiempo, cuando realmente te acostumbras a la tristeza, al dolor o la ausencia, o ( como en mi caso) a todo eso junto, realmente convivís con vos mismo en paz(por llamarlo de alguna manera), calmado, sin estar pendiente de alguna mejora, tus motivos para la miseria están a la vista, están bien identificados, y todos conocen tus respuestas amargas cuando temas relacionados al corazón surgen. Pensás que los mejores años de la vida ya pasaron, y tenés dos alternativas, recordar todos los años que viviste en la inocencia, los años en los que estabas ajeno, los años en los que sufrías por que no te gustaban las chicas, cuando todavía no sabias que sufrir , realmente sufrir todavía te esperaba de la mano del verdadero amor. La etapa en la que te reías hasta caer al piso, te emborrachabas ( sin razón alguna, no como ahora), te drogabas y usabas la plata que te daban los tíos, hermanos mayores, y padres sin importar el lunes, solo vivías feliz, sin importar mañana, no tenias fantasías del futuro, no tenias fantasías aterradoras del futuro. La otra opción es aferrarte a esos días, a esos momentos, en los que pensabas que al fin habías encontrado el amor, pensabas que al fin todos te iban a mirar distinto, porque ibas a estar de la mano del hombre perfecto. Cuando pensabas que la peleas y las lagrimas , aunque frecuentes, eran, apenas, pasajeras. Pensabas en la suerte que tenias en haber conseguido el amor de tu vida ( el que solo duro un año. Quizás la vida solo dura un año ). Tenés esas dos etapas de felicidad. La inocencia de cuando sos joven ,un niño y la inocencia/ceguera que produce el encanto que el hombre hermoso nos genera. En cualquier caso, siempre elegimos recordar el tiempo de nuestra vida, en el estamos de a dos, borramos los recuerdos de nuestra soledad sana. Nos quedan esos recuerdos, que nos hacen llorar durante esta etapa ( eternidad) que nos toca vivir cuando estamos en el limbo de la vida, cuando el amor no esta. Cuando es un recuerdo, cuando es una realidad que no podemos alcanzar. Muy pocas veces tenemos la suerte de que el amor de nuestra vida muera en nuestros brazos durante la fiesta de casamiento. La mayoría de la veces vemos como nuestra pareja se va desmembrando ( lo cual no es difícil , solo se trata de dos miembros), vemos como perdemos el amor que conseguimos. Saber que es el amor, de que se trata, lo feliz que somos cuando somos felices es una maldición. Es como una pequeña tortura en tu corazón, que solo sentís vos, que nadie ve desde afuera, ni siquiera el torturador. Los recuerdos de la inocencia nos hacen llorar, añorar, incluso perdonar a veces. Lloramos escuchando las canciones que compartíamos, lloramos mucho tiempo del día, durante todos los días, al principio. Luego solo cuando miramos una película, el sábado a la tarde en el Arteplex de Belgrano.

Tenés esas ganas de llorar, que te llevan a pasarte todo una tarde mirando esa serie en la que las personas rubias y con ojos claros mueren de la manera mas imaginativa y triste, y pensar que es la muerte la que separa a los amantes te hace llorar. Tal vez es mejor no pensar en el porque . Porque si pensamos quizás lleguemos a la conclusión que llorar una perdida irreparable es mejor que llorar por las decisiones que se toman con respecto a la vida, llorar por una muerte que nos asalta por sorpresa, es noble. Uno aprende rápido a clasificar que día de la semana es el que nos trae mas tristeza, cual es el mas indicado para beber, cual para mirar la tele solo ,y cual de tus amigos es el que te va a abrazar mientras sollozas . A veces pasa tanto tiempo viviendo así que las lagrimas son parte de tu vida.
Pero, a veces te sorprende la noche y vos que no lloraste en todo el día, y miras para todos lados, te preguntas si alguien lo notó, y te dormís. A veces lo que pensás que nunca va a terminar, termina. El dolor, y las lagrimas también se acaban, como se acaba la felicidad, como se cierran los ojos cuando vamos a dormir. Dejamos de llorar/ser felices porque en algún lugar de nuestra alma ( gay) sabemos que tanto las lagrimas como el amor van a llegar a nuestra vida eventualmente otra vez.
Es difícil, no lo podes creer, pero a veces miras una temporada completa de Grey’s Anatomy y no lloras ni una vez. Y da miedo pensar, por un lado superamos esa persona que pensábamos nunca olvidar. Nos da pánico pero el amor que era tan grande, tan grande como el dolor que nos causo al dejarnos, se va, se desvanece , se olvida. Por qué? Por fin hicimos caso a todos, y nos olvidamos del hijo de puta? O será que maduramos, será que la calvicie no es la única consecuencia de pasar los treinta? En mi caso, estoy asustado . Tanto amor, tantas paginas escritas sobre el amor no correspondido, tantas lagrimas en el teclado, tantas alergias que justificaron tantas tardes con la nariz chorreando y los ojos mas rojos que los de un hippie de la FUA, tanto dolor… ya no esta? Donde se fue? Y por que? Ya no lloro, George se murió todo desfigurado y a mi no se me movió un pelo ( de la sien). Donde se fue ese sentimiento? Pocas respuestas me vienen a la cabeza. Pocas. No quiero, en realidad, pensar que puede ser esto. Esta tranquilidad de que la vida es mas compleja de lo que parece. Esta sensación es la sensación de los nuevos amores tal vez. La nueva fantasía. Por suerte, mi calvicie ( y mis 33 años) me hacen cauto. Tanto como para no hacerme mas preguntas por hoy.

viernes, 30 de julio de 2010

Siempre se esta volviendo

"...Más conviene ocultar ese rasgo de nuestro carácter (como si uno cambiara en función de otro, como si pudiéramos suprimir quienes somos individualmente, para que nuestro individuo deje de ser individual y sea compuesto, que es el único estado que nos hace colectivos, o sea aceptables para este arca de Noé en que se transforma la vida cuando tenés muchos amigos de mas treinta años.)"








Es difícil tener la valentía de disfrutar y es que es muy difícil aceptar las cosas buenas. Desconfías, y desconfías. Ya te engañaron en el pasado, no hablo de los cuernos que tenés en el medio de la frente, esos les tocaron a más de uno en más de una oportunidad, hablo del engaño que es decepción. Conoces a alguien nuevo, lo ves, te ve, lo tenés todo nuevo, todo por delante. Te llama, en justa medida, te dice que le gustas mucho y te susurra cosas al oído, casi por equivocación va diciendo que te extraña con frases del estilo:”ayer pensé en vos”, y te asustas. Pensas que es un tarado, pensas que tenés todas las ganas de entregarte y de que las cosas sean fabulosas. Pero sabes, siempre sabes, que al final, todo te va a decepcionar, y en el mejor de los casos no te va a romper el corazón, aunque es muy probable que sí. Cómo protegerse de lo que es desconocido?, es un asunto importantísimo, es lo que hace que tanta gente permanezca aislada y tema a lo que no puede ver, y que está del otro lado de cualquier puerta, a la vuelta de cualquier esquina de cualquier pasillo de cualquier empresa donde trabajes o entre las góndolas de un Coto que te hacia el 5% de descuento los martes. Es un temor bastante estándar y comprensible. Casi que no tenés que ir a terapia y lo solucionas con una conexión a internet y el teléfono de (en mi caso) Los Tres Dragones. Te quedas en tu casa y listo.
El temor a lo que reconoces fácilmente, a lo que es familiar ( ojo , no es el miedo a tu Tía Lita y sus lunares, lo familiar quiere decir lo que ya experimentaste con anterioridad), el miedo a un sentimiento que ya sufriste (en el buen/ pésimo y verdadero sentido de la palabra ) y que, sabes, es capaz de abrirte el pecho y sacarte el corazón, para clavarlo en un estaca en el medio del camino , para dejarlo como advertencia para los viajeros de todo el mundo que se arriesgan a ese camino desconocido/conocido. No sos capaz de volver a confiar, no ahora, ni tampoco después. La confianza solo llega al final, al final final, a final “es hora de que hablemos “final, cuando no pensabas en el final. Cuando el miedo parecía vencido. Al principio tenés terror a enamorarte, sobre todo si no sabes si lo que el pibe te está diciendo es verdad. Seguramente es verdad, pero es sencillamente imposible para las personas (y para los putos más aún) atenerse a las palabras de otra persona, cuando alguien te dice que ayer pensó en vos, por dios, lo más probable es que estaba al medio día comiendo las sobras del día anterior, de una cena que te preparo y vos te desviviste por elogiar y simplemente se acordó de vos, pero, claro, no es sencillo. Uno piensa, ah (sonido de suspiro) me extraña! O, la mas de las veces, Ah! (sonido de Psycho) me extraña!, y corres la cortina del baño desesperado para ver si lo tenés ahí, metido en el baño, a punto de liquidarte con la baguete que compraste vos en esa panadería artesanal/careta , pero que se puso igual de dura que la compras en el chino. Tenés miedo de que alguien te quiera, querés que te quieran, pero por un motivo (el que recién vas a vislumbrar al cuarto año de terapia) pensas que es mentira.
Pensas que es mejor hacer todo lo posible para desalentar al pobre tipo que la vida, irónicamente, puso enfrente tuyo justo después de que te dieron el alta en el Moyano, después de la depresión causada por tu último “amor de tu vida”. Y haces todo lo que está a tu alcance para interponerte entre el pobre diablo interesado en vos y…vos mismo. Te convertís en tu propio guardián armado, que no deja acercarse a nadie sospechoso, te convertís en tu único amigo, el que te va a decir la verdad imparcialmente aunque sea la más terrible, te convertís en tu vieja, que te da de comer todo el tiempo, como medida irrefutable para hacerte sentir mejor, te convertís en tu psiquiatra, y te auto medicas para calmarte. Y así, con vos como tu propio ejército privado, te alistas para dar batalla, la última gran batalla de tu vida (o por lo menos hasta el mes que viene cuando te toca empezar el gym para prepararte para el verano), la batalla para evitar ser lastimado.
Todos sabemos, que uno se cruza con buena y mala gente en la vida, y cuando digo que es gente buena y mala, no quiero decir que te encontras con gente buena alguna vez y después en una oportunidad distinta te cruzas con alguien que es malo, hablo que de las personas que uno se cruza, todos, son buenos y malos a la misma vez. Todos son unos panes de dios, pero también pueden atropellarte con su auto. Cualquiera puede hacerte reír, y al siguiente minuto, puede herirte tanto que no pares de llorar hasta la próxima estación del año. Pero a lo mejor lo que me pasa ahora, digamos en estos días, es encontrarme una y otra vez a las mismas dos personas, bueno una es la misma, y la otra es la misma persona en muchas. La misma persona que va y viene, y va y va y vuelve a ir, y cuando pensas que va, es que se va pero después viene y la segunda persona son los hombres con buena voluntad de acercarse a mí, sin conocer la existencia de la primera persona (y tampoco de la primera persona del singular, o sea yo y mis disfunciones). Protegerse, prevenir, cuidarse de no cometer el mismo error dos (o 18) veces, esperar, ubicarse, llamarse a conciencia, cualquier excusa es válida, lo importante es no exponerse. No amar.

Tengo un amigo que va a los saunas (y cuando digo un amigo lo digo en serio, no estoy hablando de mi mismo), y al parecer es capaz de tener sexo sin siquiera pronunciar palabra. Y yo me pregunto: Por qué necesito hacerle tantas preguntas a las personas? Qué es lo que quiero saber? Si en definitiva el resultado es el mismo, conocer a una persona antes de acostarte parece ser lo PC de esta coyuntura social, donde todos quieren que se nos respete, tratando de asumir posturas que los heterosexuales abandonaron hace décadas , si es que alguna vez las tuvieron, me refiero a las conductas sexuales.
Uno trata de mantenerse a salvo aunque no está bien visto que tengas esa mirada irónica y el sarcasmo aflorando cada tres palabras. Mas conviene ocultar ese rasgo de nuestro carácter (como si uno cambiara en función de otro, como si pudiéramos suprimir quienes somos individualmente, para que nuestro individuo deje de ser individual y sea compuesto, que es el único estado que nos hace colectivos, o sea aceptables para este arca de Noé en que se transforma la vida cuando tenés muchos amigos de mas treinta años.)


Conocer los sentimientos de los demás puede ser contraproducente, pueden ocurrir dos cosas, primero, puede pasar que te guste alguien mucho, y luego cuando hablas es un perfecto imbécil, lo que no es malo, cuando los muchachos son bellos y tontitos son fáciles, es sencillo descubrir cuáles son sus necesidades (nunca mejor dicho) básicas. Podes entablar una relación, que por lo general dura una cantidad de días inversamente proporcional al grado de satisfacción sexual alcanzado. Y cuando pasa, estas contento, porque pensas que alguien menos afortunado que vos lo debe estar disfrutando en lugar tuyo en ese momento. Cuando conoces a alguien y tiene es personalidad especial que te divierte. Esa cualidad que te interesa, leyó los libros que vos leíste, le gustan las mismas películas, etc., etc., (ETC; ETC; ETC; ETC; ETC), Cuando te encontras con uno de esos, es inevitable pensar, en el final, el indefectible final que llegara, solo por el hecho de que realmente te gusta y querés conocerlo aun mas. Si vos sos lo suficientemente inteligente para desistir de una relación con alguien porque sabes que hay muchos aspectos que no te convienen, si además le sumas que la persona que te gusta es lo suficientemente inteligente como para terminar una relación con alguien (como vos) que en muchos aspectos no es favorable, esto da como resultado que existe el doble de posibilidades de que la relación termine. Por lo tanto, para ahorrar tiempo y lágrimas es mejor no involucrarse. Buenos así no es la (mi) vida. Siempre volvemos (a equivocarnos).

martes, 6 de julio de 2010

Un día (y un amigo) Gris.

"... Tengo la (buena) suerte de poder putear a las personas que, incautas, me preguntan por mi estado de ánimo, y esa facilidad (que a veces es vicio) de poder disimular, y que la tristeza pase por aburrimiento y que el dolor pase por mal humor. El día predispone."





Cuando te pasas el día pensando en las relaciones y sobretodo en sus complicaciones, es mejor tomarse un minuto y mirar por la ventana. Respirar. El día está tan frio y gris que se parece mucho a mi estado de ánimo. Y no sé cual provoca cual. El viento viene de la costa, es sudestada fría. Lluvia molesta que no detiene ningún paraguas, pero aun así, uno elige salir a caminar, muchos insisten en que los días así son agradables también, y enfrentas la calle sosteniendo ante quien pregunte que salís porque a vos te gustan los días así. En verdad, debe haber algunos optimistas que le encuentra el arcoíris y el unicornio a cualquier mierda que les pasa en la vida, incluso a la lluvia y en general a todas las estaciones del año, muchos otros ( entre ellos yo mismo) ven el día gris como un guiño de la naturaleza, algo que nos dice, hoy todo alrededor es igual a lo que sentís por dentro, hoy el frio te pega en la cara, y te parte los labios, y agradeces que sea la garua, y no tus lagrimas, la que cumpla la función de nublarte la vista, y el cielo, cuando caminas por Cabildo para el lado de General Paz.
Tengo esa forma de ser, un poco hostil, un poco en broma y un poco en serio, que me permite andar por la vida (y cuando digo la vida quiero decir la oficina), en los días como hoy, sin la necesidad de dirigirle la palabra nadie y mucho menos sonreír o decir buenos días. Tengo la (buena) suerte de poder putear a las personas que, incautas, me preguntan por mi estado de ánimo, y esa facilidad (que a veces es vicio) de poder disimular, y que la tristeza pase por aburrimiento y que el dolor pase por mal humor. El día predispone.

La gente está como yo, esta como el día , estos días, y todos parecen tener una pequeña nube gris que les llueve en la cabeza incluso en los días en que todo el mundo está de picnic, y no importa que sea un día como hoy o uno soleado, no importa si estas solo o en pareja, no importa nada. Tenés noticias, de fuentes que siempre son confiables (confianza que aumenta proporcionalmente en función del malestar que te causan los comentarios), que te arruinan el día (cuando digo el día quiero decir, la vida) y me hace pensar que no importa cuán idílica sea tu vida, las dudas surgen, y el dolor también. El malestar es gris.
Las relaciones de nuestros ex, de nuestros actuales, de los actuales de nuestros ex, de los ex de nuestros actuales, todo parece influir. Todo existe y nos afecta. Resulta que a los 33 años el significado de “el mundo es tan pequeño como un pañuelo” se vuelve extraordinariamente influyente en mi vida cotidiana, y en la de mis amigos. Uno sigue en contacto con los artífices de nuestros (sufrimientos) pasados, porque aprendimos en la escuela de los (gays) modernos que uno debe superar el hecho de haber fracasado como pareja, y asumir una superioridad digna del propio Deepak Chopra, y convertirse en una especie de amigo de categoría para los ex.
Así ingresas en la zona gris, no podes comentarle a tu actual que sos amigo de tu ex, y tu ex lo sabe, yo digo que si no le podes comentar algo así a tu novio, no es mejor simplemente dejar de ser amigo del ex, es mejor ser ex de tu actual y ex amigo de tu amigo ex, quedarte solo y sufrir a causa de la soledad, que es mejor que sufrir porque estas con alguien, porque ese sufrir es infringido por ese alguien, por lo general alguien que dice que te quiere mucho. Esa zona gris, cuando te preguntas si es mejor irte o quedarte, alejarte y desaparecer o acercarte más y exponerte.

Alguien me dijo que le gusta lo que escribo, alguien que no le puede contar a su novio que lee esta página. Alguien que ni siquiera puede poner “like” en Facebook. Es un amigo gris. Le dedico estas líneas sobre la nada misma, y me pregunto: cuanto uno deja de lado para estar feliz? Cual es la ventaja de estar con alguien, si cuando lo abrazamos vamos a mirar por sobre su hombro (y todo el mundo sabe que lo mejor del mundo es abrazar con los ojos cerrados y un pie en el aire, porque eso es el verdadero amor, el verdadero amor que solo vimos en películas). Esas cosas que uno deja y no quiere dejar, y en definitiva, vuelve a retomar furtivamente, son cosas que se vuelven grises en nuestra vida. Quizás yo mismo soy gris ahora porque estoy en el pasado de alguien que no me deja ir. La ciudad es gris, el tiempo es gris (no me refiero solo al clima).Todo es gris.

jueves, 24 de junio de 2010

El ingrediente secreto (e)X

"En las relaciones, es verdad, uno tiene memoria selectiva. Y queda afuera de tu mente en ese momento todo lo malo que hizo, y lo malo tuyo que hizo surgir, capaz demasiado fácilmente..."



Las cosas no se terminan nunca, son como un ciclo. En algún punto de la vuelta dejamos de hablar de eso y es como que desaparecieran, pero siguen ahí.
Laten, algunas veces más fuerte que otras, a veces el latido es taquicardia y te falta el aire. Las personas que cumplen un ciclo se quedan en silencio y solo las escuchas a la noche cuando te vas a la cama, justo antes de quedarte dormido, y pensas que hubiera pasado si las cosas que se dijeron no hubieran sido dichas y las que te callaste hubieran sido verdad.
Cuando pienso en los hombres del pasado, en la historia de mi vida, no puedo evitar la máxima que dice que la historia siempre se repite. Si uno no aprende de sus errores los vuelve a cometer. Pero, si sabes cómo son las cosas, y ya sabes a qué atenerte, aunque claro, aun no sabes cómo manejarlo, por qué estaría mal volver a ver a la persona que prometiste no volver a ver? Sería un error? Puede premeditarse un error?
Las debilidades que uno tiene, pueden ser el chocolate o la comida en general, la ropa de Levi’s, o todas las anteriores, por qué no puede uno tener debilidad por cierta persona en particular?. Si los padres tienen un hijo preferido, los maestros un alumno preferido, las nenas una Barbie favorita, y los nenes (putitos) al profesor de gimnasia, por qué un hombre no puede tener un ex favorito? Defina favorito. A saber, el ex favorito, puede ser el que todavía te gusta, desde el punto de vista sexual, digamos. Ese que uno dejó, pero que extraña, sobre todo en esos momentos cuando conoces a alguien que pensas que vale la pena, alguien que mereció cena, cine y sillón pero que en el momento de acostarte con él, resulto menos interesante que mirar la ceremonia de apertura del mundial ( e igual de tedioso). Ahí lo extrañas a tu ex, te llevabas tan bien, la combinación era perfecta, el tamaño ideal, todo lo cóncavo que él tenía encajaba justo con todo lo convexo que dios te dio. En las relaciones, es verdad, uno tiene memoria selectiva. Y queda afuera de tu mente en ese momento todo lo malo que hizo, y lo malo tuyo que hizo surgir, capaz demasiado fácilmente, pero no voy a discernir acá el motivo por el que cada ex llego a ser tal, sino los lindos recuerdos que hacen que los extrañemos casi como a una persona. A veces te reis solito, de algo que escuchas en la calle, de alguna persona que pasa, o se te ocurre el pensamiento mas políticamente incorrecto que hayas imaginado nunca. Y recordás que semejante incorrección no se puede compartir con nadie ahora, pero hubo un momento en que pasabas horas el sábado a la tarde de muchos veranos , criticando y riéndote , fumando porro, y comiendo bizcochos, viendo a la gente pasar desde el balcón, del departamento de un ex. Y extrañas a ese ex que sacaba lo peor de vos, sacaba lo más negro de tu humor y te festejaba los chistes, y extrañas que ese ingenio, que aun hoy conservas, no lo aprecie nadie ahora, y pensas que a lo mejor no está bien reírse de los demás.
A veces cuando vas al cine con un amigo, y lo miras de costado, y tu amigo seguro te dice: “qué miras pelotudo?”, ahí extrañas a tu ex, ese que estudiaba cine y te llevaba al BAFICI (quien no tiene un ex actor/estudiante de cine/productor de tv) , de tanto ir al cine sabias cuando mirarlo para ver si en su cara estaba la expresión que vos pensabas, que seguramente iba a ser parecida a la tuya. Y estabas seguro de lo que iban a charlar comiendo una porción de pizza en Guerrin, después de ver una película en el Cine Cosmos de la Av. Corrientes. Y ahora tenés que ir a ver Avatar 3D al Cinemark de Puerto Madero, y no es lo mismo, extrañas a esa persona que te hacía pensar, que tenia opiniones rebuscadas, que hablaba de la luz, la fotografía, de la biografía del director, y de otras películas parecidas, extrañas todo eso mientras el muchacho que fue tu cita, elige para ver la última película de Jennifer López, y vos puteas el haber intentado ser generoso con él, y odias haber pensado que te gustaba y odias que se ría cuando una gorda se tira un pedo en la pantalla súper HD de un cine cheto.

El ex favorito es el que uno extraña a veces, sin razones aparentes. Caminando una mañana apenas con frio, en los primeros días de invierno, mientras miras las ultimas hojas que quedan en los arboles, y esquivas la mierda de los perros por las veredas de Nuñez, pensas y pensas en él, y te preguntas que tan malo podría ser volver. Qué vinculo no puede arreglarse si dos personas se lo proponen?. Te lo preguntas y te lo seguís preguntando, él era el único bajito/alto/gordo/pelado de todos tus ex, el único que tenia mal humor, el único que realmente te rompió el corazón. El único que nunca pudiste manejar, el único que te hace sentir vulnerable, el único que no soportas, el único con el que las cosas no terminaron de la mejor manera, y único que extrañas como si se hubiera muerto en el mejor momento de la relación. El más lindo de todos, sin ser el más lindo de todos. El único que se integro a tu grupo de amigos, el único tan disfuncional como vos, el único que no llego a ser tu amigo después de que lo dejaste. El único que no formo una nueva pareja. El único que te dijo te amo, por primera vez luego de un año y medio de haber terminado la relación. El que te emociona de solo pensarlo. El único que te vio tal cual SOS. El único que te tuvo a su merced, el único que hiciste sufrir simplemente siendo vos mismo. El único del que tenés presente, como si hubiera pasado ayer, todos y cada uno de los motivos por los que lo dejaste. El que te irrita de cuerpo y alma. Ese es tu ex favorito. El único que tiene el titulo de ser el menos indicado. El que no te atreves a ver en persona. El único con el que no volverías ni loco y el único que tiene un numerofavoritogratislibredeporvidaparatodolavida en tu celular, el que llamas por error hasta cuando querés revisar el voicemail. El único que no conoció tu mamá, el único que conoció a tu mamá. El que te hace llorar si no te llama y si te llama te enfureces con el mundo y todos se dan cuenta que era él en el teléfono. El único que tu abuela recuerda aunque no se acuerde de sus propios hijos. El único que sabe cuál es la tumba de tu viejo en el cementerio de Ezpeleta. El único con el querés volver y no vas a volver nunca.

miércoles, 16 de junio de 2010

Esa Forma de caminar de la mano y lo que se dicen

"Querés estar rodeado de otras almas solitarias, rodeado de miseria, si, miseria, se la pasa uno mejor contemplando la miseria que la felicidad"




Esta semana me propongo evitar la envidia. Cuando cada lunes te propones cambiar tu vida, quiere decir que nunca lo haces, así que lo que parece una actitud positiva orientada al cambio, es nada más (ni nada menos) que una muestra más de que vivís una vida, cuando menos, no feliz. ¿Quien vive una vida feliz? bueno, todos los que están alrededor tuyo. Las personas andan por ahí felices, de la mano, no cantan y bailan, pero la forma de caminar de la mano y lo que se dicen, podrían perfectamente ser parte de una canción de un musical de los años 50’s. Todos parecen protagonizar su propia versión de La Novicia Rebelde, todos parecen vivir felices y comiendo perdices, o lo que sea que coma esa gente (nunca comí perdiz, por cierto). Me esfuerzo por encontrar la respuesta, la solución, aquello que me iguale a la gente que es feliz, como no sé de qué se trata todos eso de tener el corazón lleno de amor, me remito a observar a las parejas, a envidiar, a desear lo que no tengo ( podría decir que envidio sanamente pero no existe tal cosa). Quiero lo que no tengo y otros tienen , a veces quiero tanto ser como alguien que empiezo a querer lo que esa persona tiene, me pongo frente al espejo y practico la sonrisa que le vi en el rostro , esa noche cuando me dijo que al fin, alguien, un x, el boludo de turno, el único estúpido que no se había acostado con el hasta ahora, mi ex , su ex, su profesor de yoga, Roberto, o el que sea que aplique, le dijo te amo. Y parece ser, que eso da alguna clase de orgullo. Envidio a la persona que sabe a quién amar, bueno yo sé a quién amo pero eso es bastante diferente. La culpa que por lo general acompaña la envidia me abandono hace mucho, cuando vi que las personas son felices y siguen adelante a pesar de que yo estoy solo y me paso las horas sin parpadear, porque cerrar los ojos no significa otra cosa que verlo . Lo cual no sería algo malo, muchas personas se enamoran de amores imposibles, o siguen enamorados de alguien que se murió, o que se fue a Disney, amar un ser idealizado, le pasa a todo el mundo, eso es amar a alguien equivocado, pero no le hace mal a nadie, o solo a uno mismo, cuando amas a alguien que está con alguien mas, queres lo que otra persona quiere, envidias el novio de la persona que amas , queres ser él, a veces se llega al punto de pensar como deshacerte de la competencia. Lo normal de la envidia es que uno la suprima, la evite. Se intentan terapias (cuando digo terapias quiero decir terapia) y distintos métodos para no envidiar a nadie.


El dinero, las posesiones en general mucho no me preocupan, más bien lo normal, digamos que si alguien se compro un auto nuevo, seguramente pienso (y digo):” de donde habrá sacado la plata?...”, o “porque unos tanto y otros (ósea yo) tan poco”. Pero las personas y sus relaciones, esas si me dan envidia, Me gustaría que se separen, que lloren (por lo general lo hacen) y se sientan como yo me siento. Viendo los puestos de flores, pensando en que bueno sería comprar un ramo y regalárselas, me convenzo a mi mismo de que con ese simple y mágico acto el objeto de mi afecto sea mío para siempre, claro tardo dos segundos en pensar en la ironía, estoy ahí mirando las flores, enfocado en ese pequeño espacio de color, pero que si me alejo unos pasos, si tomo las cosas en perspectiva, si apenas levanto la mirada, veo que en mi deambular por la ciudad buscando y buscando ,las flores, que están ahí cerca, parecen ser alguna especie de espacio propicio para estar enamorado , bueno esas flores son para los muertos, y las caminatas por la ciudad son para la gente que lleva una vida sana o para los turistas. Ver la vida a través de los ojos de la envidia, no es más que una consecuencia que de haber visto la vida a través de los ojos vidriosos de la soledad por demasiado tiempo, sintiendo frio incluso en verano (bueno, capaz era el aire acondicionado, pero estoy casi seguro que es por dormir solo).Es consecuencia de haber escuchado demasiadas veces a los enamorados hablar, parecen abstraídos de la realidad, del mal humor generalizado, de la falta de guita, de los terceros, de mí. Tienen su mundo perfecto, alguna vez lo tuve y ya no más. Ahora ando por ahí, disconforme, mirando de costado como quien le lee el diario de contrabando al que tiene al lado en el bondi, compartiendo interminables cafés, escuchando como se conoció un amigo con su novio, como lo conquisto, como se sobrepusieron a los problemas, nunca entiendo eso, cómo la gente se sobrepone a los inconvenientes. Envidio la tolerancia de los enamorados, en realidad ya me olvide de cómo era, si es que alguna vez la tuve. Esa tolerancia que te lleva a esperar, a explicar una y otra vez, a ponerte enfrente del otro una y otra vez , sin importar cuantas veces te den vuelta la cara, porque sabes que cuando te mire a los ojos va a reconocer el motivo por el que están juntos desde el primer día. Envidio el primer día de los novios, siempre parecen ser escenas de películas de Meg Ryan, siempre pasa algo inolvidable.


Envidio la sencillez con las que las personas eligen, muchas veces por sobre mí, a sus enamorados/novios/esposos. La certeza me da envidia, porque a mí me es esquiva hace años. Los hombres solteros parecemos perdedores, somos una decoración para las parejas, que nos invitan a cenar en sus casas para besarse delante de nosotros pero no descaradamente, no, claro, no quieren ser desubicados, se besan con pretextos, cuando piensan que no los ven, mientras tomo vino con mi copa en alto. La gente casada entre tanta certeza, a veces, duda. Duda, sobre la fidelidad, sobre la confianza, sobre donde ir de vacaciones, sobre los celos, pero no dudan sobre una cosa, la relación con su pareja existe, es real, independiente del resto de nosotros. Mis relaciones últimamente son ideales, aunque no en forma absoluta, me pregunto si algo que no es completamente ideal, sería un poco real, o real a secas. Tengo la mirada puesta en esas estructuras que me rodean, esos territorios inescrutables, las parejas. Quiero una pareja, o sea, no es que quiero para mí a unas de esas parejas que veo a diario, podría ser (y es gracioso porque a veces uno conoce parejas, que es su conjunto son geniales, pero sus miembros individualmente carecen de todo encanto), pero no, quiero a un persona, a un hombre, que forme una pareja conmigo, y así dejar de sentir cierto encono por las parejas felices en particular, y las parejas en general.


La envidia es un sentimiento que a veces tenemos todos, estando o no en pareja.Pero por sobre todas las cosas sin maldad hacia nuestros amigos, aunque...lo de la maldad es relativo, ¿a qué llamamos maldad? ¿A pensar en algo malo para esa pareja? ya sea que se separen y/o que se peleen y/o esas cosas. Supongo que a veces lo pensas, pero bueno, en un sentido creo que es natural, ósea...no es en serio...pero lo pensás. Claro que el razonamiento, no resiste análisis. Ese pensamiento se descarta enseguida, pero, a veces, se te ocurre que no tenés más ganas de apreciar la felicidad de los demás. Querés estar con las almas solitarias, rodeado de miseria, si, miseria, se la pasa uno mejor contemplando la miseria que la felicidad. Pero, aspiramos a encontrar ese alguien especial, después de todo hasta las parejas más disfuncionales, tienen su momento de gloria y de amor sin esfuerzo y son, en algún punto, envidia de todos.

viernes, 14 de mayo de 2010

Con los ojos cerrados

“Se que no debería verte, pero es la ciudad, es Buenos Aires, que se achica y se dobla, se expande a voluntad, y también se contrae, y cuando menos lo espero, estas ahí.”






Cuando te conocí me dijiste que querías hablar más conmigo pero yo solo quería que me beses, Quería que me beses porque cuando besas cerras los ojos y así no me miras, porque ya no aguanto la risa cuando me miras. Se me estremece el cuerpo, siento alegría. Sabía como iba a terminar todo cuando te vi la primera vez. Y sí, termino. Casi sin empezar, termino.
Quizás si esta historia hubiera sido hace mucho tiempo, en otra época, en una ciudad que no fuera Buenos Aires, podríamos decir que las cosas terminaron y eso significaría el olvido. (Pero) Buenos Aires tiene es capricho conmigo, y nunca me deja salirme con la mía, siempre expone mis mentiras, y expone mi corazón justo de la forma que mas me duele, como expone la basura cuando el horario de oficina se termina y todo se vuelve mas real para los que no tienen a nadie esperando en casa y, por lo tanto, no hay motivos para volver temprano.
A veces pienso que quizás lo nuestro hubiera funcionado si me hubieras conocido de la forma que mis amigos me conocen…pero cuando estoy con vos soy un perfecto idiota. No se que decir o como actuar. No si esta bien mirarte a los ojos, no se si quiero escuchar lo que tenés para decirme, se que no me alcanza con lo que tenés para darme.
Se que no debería verte, pero es la ciudad, es Buenos Aires, que se achica y se dobla, se expande a voluntad, y también se contrae, y cuando menos lo espero, estas ahí. Junto a mí en el subte. Paradito, haciendo equilibrio. Me pones la mano en el hombro y me preguntas si te podes agarrar de mí. Y te digo que si. Compartimos el viaje y me sostenes para que no me caiga por el anden. Para mí, que la ciudad se divierte conmigo, me empuja a las vías, solo para que me sostengas, con una sonrisa casual, y un “boludo!”, para mi todo pasa en cámara lenta, siento cada uno de tus dedos en mi brazo, me imagino que dejaron marca. Lo digo y lo sostengo, es Buenos Aires, ella quiere que piense que sos indispensable para mí, quiere que yo piense que en este momento estaria muerto si no nos hubiéramos cruzado en el subte en la hora pico.

Me despedí como pude. Como siempre. Y unos minutos después ahí estaba yo, listo para hacer mi pedido de un ¼ de libra grill con queso, como siempre que me cruzo con vos. Como siempre, pensaba en la vida, en la ciudad, en mi mala suerte, y el aire me empezó a faltar, y el sudor que me bajaba por la frente se volvió frío, y me encerré en el baño, de cara a la pared, con mi frente sobre mi antebrazo, como si me dispusiera a contar hasta cien, o a hasta mil, y me miraba los zapatos y no me acordaba de habérmelos puesto a la mañana.
Y pensé que nada podía ser peor.

Y mi celular empezó a sonar. Y atendí sin mirar quien llamaba, porque no importaba quien llamaba. Pero eras vos, otra vez, de nuevo. Querías saber si había llegado sano y salvo a mi casa. Tal vez te preocupaste por mi, quizás las líneas se cruzaron, o tal vez querías asegurarte que no fuera yo el que te llamara para ver como estabas, porque había sido insistente al pedirte precaución antes de que cruzaras el parque solito, cuando te bajaste en tu estación y el tren me dejo seguir en paz mi camino. Por cualquier motivo, tus palabras fueron devastadoramente simples, “quería saber si habías llegado bien”. Y eso es demasiado para mi corazón de treinta y tres. No me sirve de nada pensar que en ese mismo momento estabas en brazos de alguien, o lo sumo unos momentos después lo estarías. Entre el momento en que corte el teléfono y recupere la respiración y abrí la puerta, ¿estabas ya pensando en la cena?, o ¿en un plan para hacer en pareja el fin de semana? Quizás pasear por Buenos Aires, tomar un taxi y parar en algún café a leer el diario, o algo así de alegre y maravilloso. Y me comí mi hamburguesa. Saque mi birome bic negra y escribí algunas de estas lineas en las servilletas que me quedaron después de sonarme la nariz y secar alguna lagrima que se quería escapar. Y pensé, una vez más en tus planes del fin de semana, y en mi mala suerte. Y sonreí, porque se que tus planes te los arruina la lluvia o el corte de un puente, porque se bien que Buenos Aires no ve con buenos ojos a las parejas felices, le gustan mas los amantes angustiados, y los recuerdos de cosas que nunca pasaron escritos en servilletas de un bar, cuando te refugias de la lluvia a tomar un café por Corrientes.

Volver a casa, a mí mirar mi programa favorito, seguir teniendo un amor de mi vida dando vueltas en mi vida y no poder tocarlo, parece devastador. Y parece suficiente para vencer a cualquier persona, bueno, no es suficiente para vencer a alguien como yo, a alguien como vos, sabemos que no hay nada que nos mate. Ni la cuidad, ni el ex oculto en cada esquina. Ni los recuerdos de una vida mejor que esta. Lo único que hace falta para recuperar el aliento es caminar. Caminar unas cuadras o ir al chino de la vuelta, todo el mundo sabe que por mas nublada que tengas la vista, cuando keres, podes ver bien, y sonreír. Y reírte de nuevo porque cuando ves al muchacho que atiende el kiosco que te mira con esa cara de “que miras puto te voy a matar”, entonces sabes que estas bien. Sabes que la vida sigue y simulas detenerte para hablar por teléfono. Sacas tu celular y llamas a un amigo que entiende perfectamente que el motivo de la llamada es simple: es solo una excusa para poder pararte y seguir mirándolo un ratito más, antes de volver. El Congreso no parece tan gris y caminar sigue siendo una aventura. La excusa se puede convertir en salida, y una película en un cine barato, con un amigo tan disfuncional como uno mismo, a las once de la noche en un día de semana, en Buenos Aires, en otoño, en las puertas del Bicentenario, es una cita perfecta. La charla a lo largo de la Av. De Mayo intercala el pasado, el presente, Mirtha, Susana, lo que pasó ayer y lo de hoy, lo bello de los edificios Art Nouveau, y lo bello de los muchachos que pasan a tu lado y hacen que interrumpas la conversación y la retomes hablando de cualquier otra cosa. El viento sopla mas, por eso te das cuenta que llegas a 9 de Julio, y tenés que volver a casa, porque el día de mañana va a ser muy complicado, o sea, igual que el de hoy. Lo noche nos da reparo. El Bondi que no viene nunca por fin llega, y sentís que Buenos Aires de da una palmada en la espalda a ultimo momento, como para que no te enojes con ella y vuelvas mañana.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Imagina. Mejor no.

"...el día que tanta injusticia, tanta impericia, tan imprudencia, finalmente, sea reparada, el día que el pelotudo mas grande del mundo, también conocido con el amor de nuestra vida, se dé cuenta que nos ama. Eso sería un día perfecto en serio."







Imagínate como seria el día perfecto para vos. Imagínate que podes dejar de ser egoísta y cambiar el mundo. Lo que te propongo es que te imagines dos cosas distintas pero al mismo tiempo. Lo cierto es que cuando primero se me vino a la mente imaginarme un día perfecto lo primero que me imagine fue que podía cambiar los sentimientos de una persona. Y con una pequeña reflexión, me di cuenta que no importa el mundo, ni importa el 2012, en la mente de la persona enamorada/enajenada esta siempre el mismo pensamiento. Es un egoísmo un poco raro. Porque de poder elegir, lo que imagine fue, que tal o cual persona me ame. En lugar de lo más sencillo, dejar de pensar constantemente en el mismo individuo, que por cierto, para elegir esto último uno no necesita de Genios o lámparas maravillosas.
El día perfecto perfecto seria, no sé, digamos:”la paz mundial”. Si no pensamos en algo tan altruista, podríamos decir, “un poco de paz”. Y el egoísta podría decir. “que me dejen todos en paz”.


Pero hay otra clase de día perfecto, el día en que finalmente, uno se imagina, que va a ganar. ¿Qué va a ganar la lotería? ¿Qué va a ganar un ascenso o las elecciones presidenciales? , no, claro que no, el día que tanta injusticia, tanta impericia, tan imprudencia, finalmente, sea reparada, el día que el pelotudo mas grande del mundo, también conocido con el amor de nuestra vida, se dé cuenta que nos ama. Eso sería un día perfecto en serio. Pero, (claro, siempre pero), hay algo en nuestro egoísmo que nos hace olvidar de lo más importante, la persona en cuestión, siempre la misma, aunque pueden ser muchas persona que representen lo mismo, seguramente anda por la vida de lo más feliz. Porque no se hace estos planteos sin salida que propongo a menudo, porque seguramente .está enamorado de alguien o, mucho peor (para nosotros), está en una feliz relación con alguien mejor que nosotros. Si el amor que sentimos es real, porque es, cuando menos, raro que nos enamoremos justo de la persona que no nos corresponde, deberíamos pensar que el día perfecto seria que la persona que amamos pueda ser feliz.
De donde salen las fantasías, esas fantasías alocadas, donde las personas, por algún tipo de accidente cerebro-vascular grave, están con alguien, o con muchas personas, en lugar de estar con nosotros. ¿Por qué no nos eligen?, es un misterio que nos desvela, noche a noche y que no nos deja ni dormir la siesta el sábado a la tarde. ¿Por qué, en algún punto de nuestra salida del viernes, entre ese momento donde nos clavamos la primera pinta después de la oficina y volver a casa con camisa y sin corbata, con olor a alcohol y sin orgullo, nos preguntamos por qué no esta acá conmigo? La respuesta, si pudiéramos alguna vez sobreponernos a nuestro propio derrame cerebral, es sencilla, porque no quiere, o es que acaso ¿existe alguna clase de fuerza gravitacional que se lo impide? A caso nuestro “novio” (el editor de texto no me deja poner más de un solo juego de comillas, pero mentalmente estoy poniendo como mil a cada lado de la palabra novio) vive en Berlín Oriental entre 1949 y 1990? No. Lo que nos separa no es la distancia, no es la condición social, ni siquiera la condición sexual, ni siquiera es algo, si no la ausencia de algo. La inexistencia de un sentimiento por parte del otro. Es difícil expresar que lo que nos separa es justamente la nada, el vacio, la falta de, una cosa que jamás estuvo, algo que no surgió. Sería más sencilla la vida si perteneciéramos a familias rivales de la mafia china y nuestro amor fuera imposible por ese motivo.

Hablaba con alguien que me dijo, “estoy enamorado”, y me lo escribió por MSN, con signos de admiración que eran como unos muñequitos verde manzana que tenían sonrisa y bailaban, y le pregunte si era correspondido, bueno, él no sabía. Y yo recordé que bueno que era el amor antes, y como es de bueno el amor en esa instancia, cuando conoces a alguien y estas contento y sonreís, y te pones nervioso cuando lo tenes cerca. En ese momento al principio de todo, donde es amor que sentís te hace feliz, y no depende de nadie más que de vos mismo. Habría que disfrutar mas eso y no apresurarse a saber que tan mutuo es el Sentimiento.
Me imagino que la vida sería distinta sin amor. Pensaran muchos que de lo que vengo hablando una y otra vez es, justamente, de que no lo encuentro. Bueno relean, porque el amor lo encontré hace rato me hizo feliz exactamente 13 días, y luego fue solo desazón. Pero no me imagino ninguna otra forma de vivir, no sé que será cuando me enamore de nuevo. No sé de qué voy a hablar en ese momento.
Pero me imagino que voy a poder dar consejos, Voy a poder decirles a mis amigos con el corazón roto que no se hagan más problema, que todo va a estar bien, voy a poder exigir que salgan adelante, que se olviden del pasado. Ahora no puedo hacer eso.


Imagínense el día perfecto, imagínese que la felicidad es tangible, que miramos al costado y está ahí con nosotros, la persona que amamos. Imagínense un pasar las horas del día alegres porque a la noche vamos a poder estar juntos. Imagínense que la comida es rica, que las historias son divertidas , que el domingo a la mañana aun cuando lees el diario no te pones de mal humor y sos capaz de interpretar el horóscopo de la revista viva de tal manera que te pronostica amor y pájaros cantando por el resto de la semana. Imagínense un mundo sin guerras, imagínense cosas buenas. Imagínense que entienden las canciones de amor y lo que quiere decir la luna con una canción acerca de la paz.
Imagínate el día perfecto donde la paz que sentís es igual a la paz mundial y al cielo.
Imagínate que el amor no duele, imagínate un amor mutuo. Si podes ver un poco mas allá, y reflexionar sobre tu propio egoísmo, a lo mejor vas a poder ver, y quizás , con suerte, el viento a favor, y después de pisar mierda descalzo , te d cuenta que hay alguien que siente amor por vos. Y esto es lo más optimista que puedo decir.

viernes, 19 de marzo de 2010

La misma vieja cancion de siempre...

“…¿Cuantas maneras existen de recibir la noticia de que una relación se termina, o que una relación no va a prosperar, o para simplemente aceptar que esa persona no va a estar en nuestra vida ?”



A veces escucho canciones un día y me alegran la tarde, al siguiente día escucho la misma canción y me dan ganas de llorar, evidentemente no es la canción que afecta a nuestro delicado corazón de manera distinta con diferencia de una tarde de lluvia a la otra, es el corazón el que esta estropeado por algún motivo, y nos falla justo cuando pensábamos que ya estábamos bien. Lo que un día nos alegra al otro día nos hace caer al piso y dar vueltas, como cuando Curlie estaba excitado (pero de dolor, claro). Si bien no lo hacemos literalmente, se nos acongoja algo por dentro, y no lloramos, pero ponemos esa cara (de orto, porque no existe un eufemismo para esa expresión) con la esperanza de que la gente (bueno, si se puede llamar gente a los compañeros de trabajo) no nos dirija la palabra por, al menos, un día. Y escuchamos las canciones que nos gustan, hasta que encontramos la perfecta, la canción justa que nos clava una estaca de madera en el medio del pecho, como no somos ninguno de los vampiros maricas de Crepúsculo (por mas que algunos si se lo crean) no morimos al instante, nos quedamos vivos contemplando como se nos escapa la sangre y nuestra ropa se va poniendo roja como la misma tarde cuando anochece y el día se va muriendo como nosotros desearíamos morir. Algo nos hizo cambiar el humor de repente tal vez una palabra, un gesto, un mensaje de texto, o una amistad de Facebook, estar online con los movimientos de algún amor del pasado (que casi nunca es un ex propiamente dicho) puede resultar un poco difícil de asimilar. Algunas personas necesitan cerrar las historias y olvidarse del pasado. Otras, como yo, somos grandes, somos modernos, somos respetuosos de los vínculos amorosos que hemos tenido a lo largo de nuestra vida adulta y andamos para todos lados con el discurso de que somos amigos, buenos amigos de un ex, y pensamos que podemos aplicar la misma teoría a todos lo que de alguna u otra manera nos hacen suspirar en silencio. Es una teoría conocida, es casi un estandarte de la filosofía de avanzada que pregonan muchos gays. Y de nuevo, uno en constante lucha por no quedarse a fuera de la comunidad gay progre, piensa que puede superar el sentimiento de amor, el que te hace llorar si no se concreta, el que te lleva el cielo por esos instantes ( días?, semanas? Meses?) Cuando parece que la felicidad esta al alcance de la mano, y ser amigo del ex, o amigo del que te dijo que solo quiere ser tu amigo, incluso amigo del que te dijo que por favor te retires por que molestabas. ¿Hasta que punto puede estar todo bien? Es mas , ¿que mierda quiere decir todo bien?. ¿Cuantas maneras existen de recibir la noticia de que una relación se termina, o que una relación no va a prosperar, o para simplemente aceptar que esa persona no va a estar en nuestra vida ?

En lugar de echarte a llorar desconsolado por tres días seguidos, elegimos el camino difícil, que finalmente implica llorar por meses y meses , hasta años. Al momento de la separación mantenemos esa conversación civilizada y cometemos ese error : “ esta todo bien” decimos, sueltos de cuerpo, usando esa habilidad increíble de sonreír y llorar con lagrimas que van para adentro( si, directo al cerebro) en lugar de dirigirlas sanamente hacia el exterior . Con ese “esta todo bien” uno habilita al objeto de nuestro afecto a sentirse bien y relajado y a invitarnos a cenar con su nuevo novio ( y encima nos hace llevar el vino!). Quizás vendría bien decirle a nuestro amado que es un reverendo hijo de puta por no amarnos. Pero eso tampoco es verdad. Aunque si se sentiría completamente expiador. Pero lo que seria mejor es decir solo la verdad objetiva, seria algo como: me estas partiendo el corazón y me apena tanto que no me quieras de la misma manera que yo que parece que me dan ganas de irme a al Bolsón a cultivar fruta fina en lugar de quedarme acá parado frente a vos sin poder besarte. Pero eso no pasa.
Tengo un amigo, que tiene una técnica interesante, a el lo abandonaron, lo estafaron, lo dejaron por otro mas joven, lo insultaron, lo dejaron en la calle, pero aun necesita la palabra , la frase completa, un fuerte y claro: “no te quiero mas en mi vida como pareja porque no te amo” y entonces el considera que puede ser verdad que la relación termino. Yo por mi parte veo venir el final desde antes y lo tomo con un poco de resignación y me voy preparando para la charla que antes mencionamos. Si no funciona , no funciona, pienso o pensaba, porque la idea para este año seria seguir la política de otras personas , dado que las implementadas por mí hasta ahora no dieron como resultado la felicidad.

El verano que disfrute paso con mucha pena, que es la pena que indefectiblemente acompaña a la gloria. La gloria fueron mis amigos, inconmensurables fueron las aventuras en la costa atlántica, estar tirado el día entero con resaca, dormir la siesta todos juntos, pasar el año nuevo con desconocidos solo por que no encontramos lugar en ningún restaurante. O ver tirados de la risa un dúo tipo Pinpinela pero de música judía en Miramar. Compartir sin compromisos, me refiero a compartir sin ninguna clase de obligación solo por la dicha de reírnos de nosotros mismos ( pero sobre todo de los demás) . Antes de irme de vacaciones con los Pochinscksjsjjsjhaahgeekgky, antes de las charlas de padre a hijo (pero tipo American pie) con Jeff( un oso con ojos color del cielo), antes de sentarme a tomar sol y comer churros en cantidades industriales aprovechando de excusa el embarazo de mi amiga , antes de cruzarme con Ricky Fort en una fiesta, ( y antes de pasar quizás la noche mas inolvidable de mi vida) antes de todo eso, me enamore, Lo conocí como quien no quiere la cosa, en Facebook, y tenia algunos amigos en común conmigo mas que interesantes , en el sentido de que si eran todos conocidos mas allá de lo virtual, y sin embargo nunca lo había visto, así intercambiamos mensajes y demostró pronto su interés por mi. Interés que podría simplificar diciendo que fue, cuando menos, intermitente. Al final hubo algunas lágrimas y consternación. El me dijo que no podía estar a la altura de la relación que yo proponía, de alguna manera yo propuse la relación (aunque yo creí que había aceptado la relación), mas allá de todo los acontecimientos (algunos ciertamente maravillosos) se llego a un final, (en el medio me fui de vacaciones y lo extrañe casi todos los días) y en los últimos momentos se produjo la charla en la que me propuso la amistad, el reconocimiento a mi corazón de oro, a mi honradez y al buen sentido que le doy a la vida en general. Y yo, acepté. Fue una relación particular. Al mismo tiempo, un sábado, mientras estaba en el cumpleaños de una de mis mejores amigas (que incluía novio que había hecho torta y decorado él mismo el salón) un mensaje de texto a las cinco de la mañana me urgía a responder una pregunta, y de alguna forma me precipito a “formalizar”, el mensaje en cuestión, era de mi ex novio, Pasteles (para mis amigos), el quería saber por ese medio si yo estaba de novio o no. No respondí y el insistió. El domingo finalmente hablamos por teléfono y le conteste que si, aunque no le pregunte a que venia la pregunta, hablamos de la vida, y del año que pasamos sin hablar, y prometimos volver a hablar y encontrarnos( de nuevo mi intención era que estuviera todo bien). Para la siguiente semana volvimos a hablar y esta vez yo ya no tenia novio, lo cual lo alegro, o mejor dicho le causo gracia, por que empezó a reír, lo que me pareció simpático, su única referencia a lo accidentado de mi romance fue: “te metiste otra vez con un pendejo”. Y bueno, si, quizás cometí el error, quizás no fue un error, bueno si, fue un error, Lo que ya dije antes, y quizás lo diga en el futuro, es que siempre puedo adivinar como resultan las cosas y aun así me embarco en aventuras pensando que con tan solo mi encanto voy a poder cambiar lo irremediable.

El sábado siguiente iba a encontrarme con el, con pasteles. Pero no fue así, por que él tenía otras cosas que hacer, y yo no tenía otras cosas que hacer, simplemente estaba cansado y me quería ir a casa. De camino a casa, me encontré con mi ultimo ex, no nos habíamos visto desde la charla-esta-todo-bien y fue un poco incomodo. Así que esta semana y en función de probar técnicas nuevas, la charla va a ser en serio, y orientada a la frustración que sentí por el final, que era anunciado, pero no por eso menos final. También consultando a un amigo sobre esto respecto obtuve la siguiente reflexión: quizá es simplemente dejarlo ir, olvidarte, de que te sirve seguir si después lo ves con alguien y eso te hace sentir mal, y lo que mas me gusto y lo pongo textual:” es como que tenés que olvidarlo para resguardarte vos mismo”, (el conector “es como que” me encanta, por cierto). Y pensándolo bien, tendría que haber empezado por mi interlocutor. Aunque eso para mi es imposible de momento. Pensar en resguardarme no pareciera una opción, por lo menos el concepto de resguardo no me queda muy claro, nunca aprendí. La aventura este fin de semana será tratar de esclarecer cualquier punto de resentimiento con los muchachos que me besaron en el pasado...eso voy a intentar, a lo mejor lo logro. Por lo pronto Escucho canciones lindas, escucho canciones tristes y alegres pero todas me parecen un poco tristes de a ratos, y me imagino que podrían ser mejores si las escuchara en casa tirado en la cama, pero cuando estoy tirado en la cama, me parece que seria mejor estar tirado en el sillón, cuando estoy tirado en el sillón, mejor parece ser la cocina, escuchando la radio chiquita, pero en la radio chiquita solo se escucha AM y el tango que pasan los sábados a la mañana hacen llorar a cualquiera. No hay lugar, parece, donde la alegría sea mi compañera y el problema quizás sea que me gustaría estar en cualquier lado, escuchando música o el sonido de los autos de la avenida pero me gustaría que sea con alguien (con alguien en particular). Veremos que pasa este fin de semana, actividad social se descuenta. Oportunidades hay.

domingo, 14 de marzo de 2010

Diego Sale a Cenar de nuevo.

“... Esto parece contradecir tantos años de terapia que uno ha hecho, o mejor dicho, parece que toda la terapia fue al pedo, o que simplemente estamos tan rotos, somos tan disfuncionales que no existe posibilidad de arreglo alguno.”


La primera vez que escribí sobre lo que me pasaba tenía la esperanza, o sea, solo eso, esperanza, por alguna razón, desobedecía mi experiencia, y pensaba que la próxima vez iba a ser la defenitiva. Luego comprobé, a lo largo, del año que las cosas no resultan tal cual uno las espera, es más, ni siquiera se acercan un poco (!)(era un optimista quizás?). Y, en el principio del 2010 descubrí que no importa cuanta gana le pongas y cuanto des, la cosa siempre depende del otro. Esto parece contradecir tantos años de terapia que uno ha hecho, o mejor dicho, parece que toda la terapia fue al pedo, o que simplemente estamos tan rotos, somos tan disfuncionales que no existe posibilidad de arreglo alguno. Aprendemos de nuestros papas, de nuestros hermanos mayores y de nuestros mejores amigos, que la felicidad empieza por uno mismo, que la relación con el otro puede funcionar solo si uno está en armonía consigo mismo. Bueno yo no sé donde se encuentra la armonía y todo, si la vida cuando uno está solo esta buena, mejor quedarse así, pero no (claro que no, era obvio), lo que se nos inculca es que para que la felicidad sea completa uno tiene que compartirla con un ser amado (los perros de menos de 2 kg de peso no cuentan). Así, con semejante contradicción en la cabeza, salimos a la vida todos los días. Tenes que estar bien solo pero tenes que tener una pareja estable. Te lo dicen los que están solos, y los otros, esa gente, los que te dan esperanza para seguir adelante, los que son felices, los que tienen pareja, los que te invitan a su casa y hablan de cómo les cambio la vida el nuevo sillón que se compraron, los que tienen la esperanza de algún día alcanzar “la mitad de lo que hicieron sus padres”, los que cumplen años el mismo día que su pareja , los que tienen perros con nombre de persona( por lo general gays) y los que tienen hijos con nombres que yo no le pondría ni a un perro ( por lo general heterosexuales), te lo dicen las mamas de tus amigas, esas señoras tan comprensivas con vos, pero para nada atentas con sus propias hijas( si la conoceré!).

Mi plan se sencillo, dar por cerrado un capitulo de mi vida, que por cierto pensé que había terminado en diciembre pasado, pero que se extendió hasta ahora. Una hoja en blanco. El primer problema que tengo es expresar lo mucho que me enoja la condescendencia de las personas que no me quieren (por supuesto sí que me quieren, he ahí la contradicción). No me explico cómo puedo ser tan maravilloso y, sin embargo, no calificar con novio, preferiría una opinión sincera, alguna pista aunque mas no sea, de cómo superar ese inconveniente, ese mínimo detalle, que me hacer ser un buen amigo. Por supuesto, creo que siempre fui claro en por qué no acepte a alguien como novio (tampoco me paso tantas veces). Espero poder expresar (en el futuro)ese sentimiento claramente a lo largo de mi relato.
Mis técnicas vienen fallando desde hace algunos años, más exactamente desde los 19 (¡!). Así que creo que voy a utilizar las técnicas de otras personas. Creo que tendría que explorar el optimismo arrasador de algunos que conozco (aunque calculo que para cuando termine estas líneas esa gente va a estar tan sola como yo, claro es porque mientras escribo esto es domingo y es absoluta depresión la que me inspira).
Los optimistas son buena gente, para mi gusto un poco inocentes, son los que creen (con más fuerza que uno mismo) que esta vez encontraste al amor de tu vida, son los que se ponen a si mismos de ejemplo, los que te dicen “negrito”, yo tendría que empezar a decirles a todos “que haces negrito” a ver qué pasa.

El optimista gay siempre tiene un novio al que ama con locura, y está convencido que es amado a su vez. Cree que después de tanto ingrato que se le cruzo en la vida (muchos), el que tiene ahora (el novio que tiene ahora, luego veremos si le llamamos ingrato también) es el definitivo, que de alguna manera muy karmática, ahora sí, ahora le llego el momento de ser feliz por el resto de su vida. Yo los miro, siempre los miro, en las reuniones el novio del optimista nunca aparece, con una justificación muy plausible (por supuesto), y empiezo a sospechar de la existencia de ese príncipe azul, siempre creo que ese ente novio-de-optimista debe ser algún hijo de puta que lo está cagando con todo lo que se le cruce, porque el buenazo de nuestro amigo (bueno , también les digo boludos a veces) siempre está ocupado esparciendo esperanza y buena voluntad entre los menos afortunados(y solteros). Pero claro, no siempre es así, eventualmente el famoso hombre sobrehumanamente bondadoso aparece, uno lo conoce, y se da cuenta por qué el optimista cree que su novio tiene ojos solo para él, o porque el novio en cuestión es feo (muchas, muchas veces) o porque existe el amor. Porque la actitud positiva siempre ayuda y a veces, solo a veces, el universo se conjuga y dos optimistas se encuentran. Trate de ser optimista este verano. Trate en vano (si no, no estaría esta noche escribiendo esto). Lo que me pasó en este verano es breve, casi fue un abrir y cerrar de ojos. Pero claro, me marcó. También era lo que me parecía que iba a pasar, aunque traté de ser optimista.