Diego Sale a Cenar

Trato de explicar por qué algunos nosotros recorremos las calles de Buenos Aires solitos . Buscamos el amor o una cita, un amor para toda la vida aunque dure solo un día.

Me Visitaron

lunes, 7 de febrero de 2011

Acordate de mi!

"...no quiero sumar ningún recuerdo a los que ya tengo y todavía no ordene en alguna de las categorías que existen cuando uno clasifica su vida. Ahora está todo junto, todo a la vez, todo mezclado. Necesito un poco de orden..."






Borr mensajes viejos de mi teléfono celular, para no leer como, en otros tiempos, había constantes buenos deseos para mi, para no ver que hubo una vez en que alguien me deseaba buenas noches y buenos días, alguien que era lo último en lo que pensaba al ir a dormir y lo primero que necesitaba a la mañana, incluso en la madrugada, si a caso me despertaba para ir al baño, pensaba que era la mañana y miraba mi celular para ver si ya alguien, ese alguien, se había acordado de mí. No quiero leer mas eso, solo quiero leer libros. Borre los números de la agenda de mi teléfono celular, para no mandar mensajes desesperados cuando, en mi afán por olvidar, solo recuerdo como era siempre esperar respuesta a mis mensajes de texto y obtenerla, e intento volver al pasado, grato pasado, como siempre es el pasado comparado con el ingrato presente, también llamado realidad. Deje de beber, porque alcoholizado mi carácter se presta más al cuestionamiento de ciertas decisiones que he tomado, pero más cuestiona aún las decisiones que tomaron algunos sobre mi persona y no lo solo los cuestiono sino que exijo resarcimiento, en vano, si es que es necesaria esta aclaración. Cuando borracho vuelvo a casa, siempre pienso que era divertido estar borracho antes y ahora es solo una forma de traer la melancolía del domingo a cualquier otro día de la semana cuando sea necesaria, como es necesario afrontar el cruel destino, cuanto más tarde peor (la opción cuanto antes mejor no parece tener ningún significado en mi vida), siempre es mas tarde, siempre es tarde, pero es el tiempo justo de pensar que la verdad no tiene remedio, aunque contrariamente al saber popular, creo que la verdad muchas veces ofende, o cuando menos, ofusca.¨

Ahora parece que es un gran paso, para cortar los lazos con alguien, ser capaz de eliminarlo de facebook, uno ha pensado cuan seria era la ruptura con alguien al ver que ya no estábamos conectados, que no éramos mas “amigos”. Es todo un paso en una relación (fallida) el deshacer lo que facebook había unido. Quien no recibió el llamado indignado de algún amigo (cuando estábamos tan bien parados en la vida que éramos capaces de aconsejar calma a los menos afortunados) preocupadísimo de que tal o cual pelotudo los había eliminado, o peor, el olvido, la nada misma, a dimensión fantasma desde donde ni Superman puede volver, el fulano amado lo había bloqueado!!. Con tanta importancia que cobra el tema, pasé a borrar a personas de facebook, por lo tanto, de mi vida. Es así que no voy a estar más a un clic de distancia (bueno, voy a estar a dos) de sus novedades, noviazgos nuevos, fotos maravillosas de paseos por el tigre o los festejos del año nuevo Chino en Belgrano, parece una distancia mucho mayor sin embargo.
No voy a los lugares donde seguramente lo voy a encontrar, porque siempre, pero siempre, siempre, si te descuidas tan solo un momento, lo vas a ver en brazos de otros, y ese descuido, que surgió seguramente porque pensaste que ya lo habías superado (aunque con argumentos cuestionables), se vuelve una fuerza más poderosa que la gravedad, fuerza que ejerce su poder en varias direcciones a la vez, cuando entras te lleva a verlo de lejos, por solo unos segundos te impide ver a nadie más, especialmente al muchacho que lo sostiene del hombro (por algún motivo mis ex me dejan por gente muy alta), cuando lo viste, miras a la salida de emergencia más próxima, cuando volvés a mirar ya no está, no está él ni el alto que estaba con él, cuando corres a la puerta, para irte sin saludar, te lo chocas si o si, te lo chocas, si o si, lo saludas y ya no podes irte impune, ahora tenés que convivir con el (ellos) todo la noche, o por lo menos una cantidad razonable de horas, para que la gente (y los gays) no piensen que te estás yendo a causa del (siempre desafortunado) encuentro con un ex del cual te separaste en buenos términos(“buenos términos”), esas cosas que la gente moderna se empeña en hacer, y yo , que quiero ser moderno, siempre hago.

Ahora no veo sus fotos, no puedo comunicarme con él, ni me lo quiero cruzar, pero como hago para olvidarme?
Olvidarse, tal vez no se puede. A lo mejor es simplemente aprender que las personas tienen sus propios planes y que muchos (todos) de esos planes simplemente no nos incluyen. Quisiera poder borrar de mi mente a esos individuos, quisiera que fuera tan simple como eliminar su número de mi celular, pero nada es así, si pudiera borrarlo sin más, me estaría perdiendo de todos esos recuerdos, todas esas cosas que nos hacen sonreír cuando pasamos por los mismos lugares que recorríamos juntos, me olvidaría también de que soy capaz de amar y ser amado( nunca en ese orden, nunca al mismo tiempo), pensar que podrían haber sido distintas las cosas me lleva mucho tiempo por día, por eso quiero achicar un poco la cantidad de actividades que tengo, no quiero sumar ningún recuerdo a los que ya tengo y todavía no ordene en alguna de las categorías que existen cuando uno clasifica su vida. Ahora está todo junto, todo a la vez, todo mezclado. Necesito un poco de orden, necesito empezar de nuevo. Por lo pronto no lo llamo, no lo busco (sigo, sin embargo, sobresaltándome si suena mi celular con un mensaje)