Diego Sale a Cenar

Trato de explicar por qué algunos nosotros recorremos las calles de Buenos Aires solitos . Buscamos el amor o una cita, un amor para toda la vida aunque dure solo un día.

Me Visitaron

viernes, 19 de marzo de 2010

La misma vieja cancion de siempre...

“…¿Cuantas maneras existen de recibir la noticia de que una relación se termina, o que una relación no va a prosperar, o para simplemente aceptar que esa persona no va a estar en nuestra vida ?”



A veces escucho canciones un día y me alegran la tarde, al siguiente día escucho la misma canción y me dan ganas de llorar, evidentemente no es la canción que afecta a nuestro delicado corazón de manera distinta con diferencia de una tarde de lluvia a la otra, es el corazón el que esta estropeado por algún motivo, y nos falla justo cuando pensábamos que ya estábamos bien. Lo que un día nos alegra al otro día nos hace caer al piso y dar vueltas, como cuando Curlie estaba excitado (pero de dolor, claro). Si bien no lo hacemos literalmente, se nos acongoja algo por dentro, y no lloramos, pero ponemos esa cara (de orto, porque no existe un eufemismo para esa expresión) con la esperanza de que la gente (bueno, si se puede llamar gente a los compañeros de trabajo) no nos dirija la palabra por, al menos, un día. Y escuchamos las canciones que nos gustan, hasta que encontramos la perfecta, la canción justa que nos clava una estaca de madera en el medio del pecho, como no somos ninguno de los vampiros maricas de Crepúsculo (por mas que algunos si se lo crean) no morimos al instante, nos quedamos vivos contemplando como se nos escapa la sangre y nuestra ropa se va poniendo roja como la misma tarde cuando anochece y el día se va muriendo como nosotros desearíamos morir. Algo nos hizo cambiar el humor de repente tal vez una palabra, un gesto, un mensaje de texto, o una amistad de Facebook, estar online con los movimientos de algún amor del pasado (que casi nunca es un ex propiamente dicho) puede resultar un poco difícil de asimilar. Algunas personas necesitan cerrar las historias y olvidarse del pasado. Otras, como yo, somos grandes, somos modernos, somos respetuosos de los vínculos amorosos que hemos tenido a lo largo de nuestra vida adulta y andamos para todos lados con el discurso de que somos amigos, buenos amigos de un ex, y pensamos que podemos aplicar la misma teoría a todos lo que de alguna u otra manera nos hacen suspirar en silencio. Es una teoría conocida, es casi un estandarte de la filosofía de avanzada que pregonan muchos gays. Y de nuevo, uno en constante lucha por no quedarse a fuera de la comunidad gay progre, piensa que puede superar el sentimiento de amor, el que te hace llorar si no se concreta, el que te lleva el cielo por esos instantes ( días?, semanas? Meses?) Cuando parece que la felicidad esta al alcance de la mano, y ser amigo del ex, o amigo del que te dijo que solo quiere ser tu amigo, incluso amigo del que te dijo que por favor te retires por que molestabas. ¿Hasta que punto puede estar todo bien? Es mas , ¿que mierda quiere decir todo bien?. ¿Cuantas maneras existen de recibir la noticia de que una relación se termina, o que una relación no va a prosperar, o para simplemente aceptar que esa persona no va a estar en nuestra vida ?

En lugar de echarte a llorar desconsolado por tres días seguidos, elegimos el camino difícil, que finalmente implica llorar por meses y meses , hasta años. Al momento de la separación mantenemos esa conversación civilizada y cometemos ese error : “ esta todo bien” decimos, sueltos de cuerpo, usando esa habilidad increíble de sonreír y llorar con lagrimas que van para adentro( si, directo al cerebro) en lugar de dirigirlas sanamente hacia el exterior . Con ese “esta todo bien” uno habilita al objeto de nuestro afecto a sentirse bien y relajado y a invitarnos a cenar con su nuevo novio ( y encima nos hace llevar el vino!). Quizás vendría bien decirle a nuestro amado que es un reverendo hijo de puta por no amarnos. Pero eso tampoco es verdad. Aunque si se sentiría completamente expiador. Pero lo que seria mejor es decir solo la verdad objetiva, seria algo como: me estas partiendo el corazón y me apena tanto que no me quieras de la misma manera que yo que parece que me dan ganas de irme a al Bolsón a cultivar fruta fina en lugar de quedarme acá parado frente a vos sin poder besarte. Pero eso no pasa.
Tengo un amigo, que tiene una técnica interesante, a el lo abandonaron, lo estafaron, lo dejaron por otro mas joven, lo insultaron, lo dejaron en la calle, pero aun necesita la palabra , la frase completa, un fuerte y claro: “no te quiero mas en mi vida como pareja porque no te amo” y entonces el considera que puede ser verdad que la relación termino. Yo por mi parte veo venir el final desde antes y lo tomo con un poco de resignación y me voy preparando para la charla que antes mencionamos. Si no funciona , no funciona, pienso o pensaba, porque la idea para este año seria seguir la política de otras personas , dado que las implementadas por mí hasta ahora no dieron como resultado la felicidad.

El verano que disfrute paso con mucha pena, que es la pena que indefectiblemente acompaña a la gloria. La gloria fueron mis amigos, inconmensurables fueron las aventuras en la costa atlántica, estar tirado el día entero con resaca, dormir la siesta todos juntos, pasar el año nuevo con desconocidos solo por que no encontramos lugar en ningún restaurante. O ver tirados de la risa un dúo tipo Pinpinela pero de música judía en Miramar. Compartir sin compromisos, me refiero a compartir sin ninguna clase de obligación solo por la dicha de reírnos de nosotros mismos ( pero sobre todo de los demás) . Antes de irme de vacaciones con los Pochinscksjsjjsjhaahgeekgky, antes de las charlas de padre a hijo (pero tipo American pie) con Jeff( un oso con ojos color del cielo), antes de sentarme a tomar sol y comer churros en cantidades industriales aprovechando de excusa el embarazo de mi amiga , antes de cruzarme con Ricky Fort en una fiesta, ( y antes de pasar quizás la noche mas inolvidable de mi vida) antes de todo eso, me enamore, Lo conocí como quien no quiere la cosa, en Facebook, y tenia algunos amigos en común conmigo mas que interesantes , en el sentido de que si eran todos conocidos mas allá de lo virtual, y sin embargo nunca lo había visto, así intercambiamos mensajes y demostró pronto su interés por mi. Interés que podría simplificar diciendo que fue, cuando menos, intermitente. Al final hubo algunas lágrimas y consternación. El me dijo que no podía estar a la altura de la relación que yo proponía, de alguna manera yo propuse la relación (aunque yo creí que había aceptado la relación), mas allá de todo los acontecimientos (algunos ciertamente maravillosos) se llego a un final, (en el medio me fui de vacaciones y lo extrañe casi todos los días) y en los últimos momentos se produjo la charla en la que me propuso la amistad, el reconocimiento a mi corazón de oro, a mi honradez y al buen sentido que le doy a la vida en general. Y yo, acepté. Fue una relación particular. Al mismo tiempo, un sábado, mientras estaba en el cumpleaños de una de mis mejores amigas (que incluía novio que había hecho torta y decorado él mismo el salón) un mensaje de texto a las cinco de la mañana me urgía a responder una pregunta, y de alguna forma me precipito a “formalizar”, el mensaje en cuestión, era de mi ex novio, Pasteles (para mis amigos), el quería saber por ese medio si yo estaba de novio o no. No respondí y el insistió. El domingo finalmente hablamos por teléfono y le conteste que si, aunque no le pregunte a que venia la pregunta, hablamos de la vida, y del año que pasamos sin hablar, y prometimos volver a hablar y encontrarnos( de nuevo mi intención era que estuviera todo bien). Para la siguiente semana volvimos a hablar y esta vez yo ya no tenia novio, lo cual lo alegro, o mejor dicho le causo gracia, por que empezó a reír, lo que me pareció simpático, su única referencia a lo accidentado de mi romance fue: “te metiste otra vez con un pendejo”. Y bueno, si, quizás cometí el error, quizás no fue un error, bueno si, fue un error, Lo que ya dije antes, y quizás lo diga en el futuro, es que siempre puedo adivinar como resultan las cosas y aun así me embarco en aventuras pensando que con tan solo mi encanto voy a poder cambiar lo irremediable.

El sábado siguiente iba a encontrarme con el, con pasteles. Pero no fue así, por que él tenía otras cosas que hacer, y yo no tenía otras cosas que hacer, simplemente estaba cansado y me quería ir a casa. De camino a casa, me encontré con mi ultimo ex, no nos habíamos visto desde la charla-esta-todo-bien y fue un poco incomodo. Así que esta semana y en función de probar técnicas nuevas, la charla va a ser en serio, y orientada a la frustración que sentí por el final, que era anunciado, pero no por eso menos final. También consultando a un amigo sobre esto respecto obtuve la siguiente reflexión: quizá es simplemente dejarlo ir, olvidarte, de que te sirve seguir si después lo ves con alguien y eso te hace sentir mal, y lo que mas me gusto y lo pongo textual:” es como que tenés que olvidarlo para resguardarte vos mismo”, (el conector “es como que” me encanta, por cierto). Y pensándolo bien, tendría que haber empezado por mi interlocutor. Aunque eso para mi es imposible de momento. Pensar en resguardarme no pareciera una opción, por lo menos el concepto de resguardo no me queda muy claro, nunca aprendí. La aventura este fin de semana será tratar de esclarecer cualquier punto de resentimiento con los muchachos que me besaron en el pasado...eso voy a intentar, a lo mejor lo logro. Por lo pronto Escucho canciones lindas, escucho canciones tristes y alegres pero todas me parecen un poco tristes de a ratos, y me imagino que podrían ser mejores si las escuchara en casa tirado en la cama, pero cuando estoy tirado en la cama, me parece que seria mejor estar tirado en el sillón, cuando estoy tirado en el sillón, mejor parece ser la cocina, escuchando la radio chiquita, pero en la radio chiquita solo se escucha AM y el tango que pasan los sábados a la mañana hacen llorar a cualquiera. No hay lugar, parece, donde la alegría sea mi compañera y el problema quizás sea que me gustaría estar en cualquier lado, escuchando música o el sonido de los autos de la avenida pero me gustaría que sea con alguien (con alguien en particular). Veremos que pasa este fin de semana, actividad social se descuenta. Oportunidades hay.

domingo, 14 de marzo de 2010

Diego Sale a Cenar de nuevo.

“... Esto parece contradecir tantos años de terapia que uno ha hecho, o mejor dicho, parece que toda la terapia fue al pedo, o que simplemente estamos tan rotos, somos tan disfuncionales que no existe posibilidad de arreglo alguno.”


La primera vez que escribí sobre lo que me pasaba tenía la esperanza, o sea, solo eso, esperanza, por alguna razón, desobedecía mi experiencia, y pensaba que la próxima vez iba a ser la defenitiva. Luego comprobé, a lo largo, del año que las cosas no resultan tal cual uno las espera, es más, ni siquiera se acercan un poco (!)(era un optimista quizás?). Y, en el principio del 2010 descubrí que no importa cuanta gana le pongas y cuanto des, la cosa siempre depende del otro. Esto parece contradecir tantos años de terapia que uno ha hecho, o mejor dicho, parece que toda la terapia fue al pedo, o que simplemente estamos tan rotos, somos tan disfuncionales que no existe posibilidad de arreglo alguno. Aprendemos de nuestros papas, de nuestros hermanos mayores y de nuestros mejores amigos, que la felicidad empieza por uno mismo, que la relación con el otro puede funcionar solo si uno está en armonía consigo mismo. Bueno yo no sé donde se encuentra la armonía y todo, si la vida cuando uno está solo esta buena, mejor quedarse así, pero no (claro que no, era obvio), lo que se nos inculca es que para que la felicidad sea completa uno tiene que compartirla con un ser amado (los perros de menos de 2 kg de peso no cuentan). Así, con semejante contradicción en la cabeza, salimos a la vida todos los días. Tenes que estar bien solo pero tenes que tener una pareja estable. Te lo dicen los que están solos, y los otros, esa gente, los que te dan esperanza para seguir adelante, los que son felices, los que tienen pareja, los que te invitan a su casa y hablan de cómo les cambio la vida el nuevo sillón que se compraron, los que tienen la esperanza de algún día alcanzar “la mitad de lo que hicieron sus padres”, los que cumplen años el mismo día que su pareja , los que tienen perros con nombre de persona( por lo general gays) y los que tienen hijos con nombres que yo no le pondría ni a un perro ( por lo general heterosexuales), te lo dicen las mamas de tus amigas, esas señoras tan comprensivas con vos, pero para nada atentas con sus propias hijas( si la conoceré!).

Mi plan se sencillo, dar por cerrado un capitulo de mi vida, que por cierto pensé que había terminado en diciembre pasado, pero que se extendió hasta ahora. Una hoja en blanco. El primer problema que tengo es expresar lo mucho que me enoja la condescendencia de las personas que no me quieren (por supuesto sí que me quieren, he ahí la contradicción). No me explico cómo puedo ser tan maravilloso y, sin embargo, no calificar con novio, preferiría una opinión sincera, alguna pista aunque mas no sea, de cómo superar ese inconveniente, ese mínimo detalle, que me hacer ser un buen amigo. Por supuesto, creo que siempre fui claro en por qué no acepte a alguien como novio (tampoco me paso tantas veces). Espero poder expresar (en el futuro)ese sentimiento claramente a lo largo de mi relato.
Mis técnicas vienen fallando desde hace algunos años, más exactamente desde los 19 (¡!). Así que creo que voy a utilizar las técnicas de otras personas. Creo que tendría que explorar el optimismo arrasador de algunos que conozco (aunque calculo que para cuando termine estas líneas esa gente va a estar tan sola como yo, claro es porque mientras escribo esto es domingo y es absoluta depresión la que me inspira).
Los optimistas son buena gente, para mi gusto un poco inocentes, son los que creen (con más fuerza que uno mismo) que esta vez encontraste al amor de tu vida, son los que se ponen a si mismos de ejemplo, los que te dicen “negrito”, yo tendría que empezar a decirles a todos “que haces negrito” a ver qué pasa.

El optimista gay siempre tiene un novio al que ama con locura, y está convencido que es amado a su vez. Cree que después de tanto ingrato que se le cruzo en la vida (muchos), el que tiene ahora (el novio que tiene ahora, luego veremos si le llamamos ingrato también) es el definitivo, que de alguna manera muy karmática, ahora sí, ahora le llego el momento de ser feliz por el resto de su vida. Yo los miro, siempre los miro, en las reuniones el novio del optimista nunca aparece, con una justificación muy plausible (por supuesto), y empiezo a sospechar de la existencia de ese príncipe azul, siempre creo que ese ente novio-de-optimista debe ser algún hijo de puta que lo está cagando con todo lo que se le cruce, porque el buenazo de nuestro amigo (bueno , también les digo boludos a veces) siempre está ocupado esparciendo esperanza y buena voluntad entre los menos afortunados(y solteros). Pero claro, no siempre es así, eventualmente el famoso hombre sobrehumanamente bondadoso aparece, uno lo conoce, y se da cuenta por qué el optimista cree que su novio tiene ojos solo para él, o porque el novio en cuestión es feo (muchas, muchas veces) o porque existe el amor. Porque la actitud positiva siempre ayuda y a veces, solo a veces, el universo se conjuga y dos optimistas se encuentran. Trate de ser optimista este verano. Trate en vano (si no, no estaría esta noche escribiendo esto). Lo que me pasó en este verano es breve, casi fue un abrir y cerrar de ojos. Pero claro, me marcó. También era lo que me parecía que iba a pasar, aunque traté de ser optimista.