Diego Sale a Cenar

Trato de explicar por qué algunos nosotros recorremos las calles de Buenos Aires solitos . Buscamos el amor o una cita, un amor para toda la vida aunque dure solo un día.

Me Visitaron

domingo, 22 de noviembre de 2009

Diego sale a cenar.

El domingo al mediodía volvía a casa y pensaba como escribir acerca de mi fiesta de cumpleaños y como describir el sin fin de planes que tenia y no lleve a cabo. En cambio, me dedique a hacer lo que mejor hago en mis fiestas de cumpleaños: sociales. Estaba todo la gente que tenía ganas de ver, y si bien no había un novio que me sostuviera la mano, los amigos me cubrían si quería llorar. Ahí estaba también él , el hombre que tantas veces quise tener cerca, solo para verlo bien y abrazarlo, esa persona con la que, más de una vez, he tenido conversaciones imaginarias donde exponía argumentos maravillosos que solo daban como resultado razones irrefutables que confirmaban que no existía otra posibilidad más que estar juntos los dos. Claro, estaba acompañado y era completamente inocente de todo lo que me pasaba por la cabeza mientras lo miraba de reojo y aceptaba las bebidas que me regalaba la gente. A veces me es muy difícil mantener la cordura pero creo que lo hice bastante bien anoche, a veces me parece que la vida es una película, en este caso la película era de final bien conocido, la había visto tantas veces ya. No quería pero cumplí 33 años y no hay aventuras a esta altura, o por lo menos, se medir las consecuencias antes de que sea tarde, así que respire profundo, y baile. Salir con tantos hombre, clasificarlos, evaluarlos, y finalmente escaparme de ellos (por cierto, muchos también se escaparon de mi) fue un viaje divertido. Pero necesito un pequeño descanso.
Pensaba en estos días pasados, había escuchado muchas veces que no se puede buscar un novio, que mientras más buscas algo, es cuando más ansioso estas, y menos conseguís lo queres. Había vivido mi vida adulta sin confesar que lo que más me gusta es estar enamorado y compartir la vida con una solo persona, no quería desafiar la sabiduría popular o el destino y admitir que me gusta estar con alguien. Sin embargo la estrategia de estar bien solo, como fórmula para conseguir un novio, no había funcionado. Así que pensé que lo opuesto quizás fuera una alternativa. Y salí a buscar un novio por las calles de Buenos Aires. Salí con gente mayor que yo y menor que yo. Me trataron como a un señor mayor al borde de la tumba y me invitaron a ver crepúsculo esperando que salte de alegría, me trataron como si yo tuviera 20 años y escuche frases tales como ‘si yo tuviera 10 años menos me enamoraría de vos’, o , ‘ si no estuviera en pareja me enamoraría de vos’. ‘Sos demasiado lindo para mí’, ‘no puedo verte más porque me gustas demasiado’. Me dijeron papa, bebe, gordo, negro, me llamaron por mi primer nombre y también por mi apellido. Me dieron besos en los parpados (y no me gustan los besos en los parpados). Me quisieron dar besos en el cine, di cabezazos en el mentón por esquivar besos en el cine, también me sostuvieron la mano durante la película y me sentí muy cómodo, me invitaron a jugar play station, ver una peli, tomar una copa de vino, comer algo, buscar algo que me olvide arriba todo para tener sexo. Quizás sin los eufemismos hubiera sido distinto. Me dieron besos con los ojos cerrados, con los ojos abiertos, cerré los ojos al besar, y algunas veces los mantuve abiertos para no perderme ni un segundo de lo que estaba pasando. Me dieron besos con onomatopeya, me dijeron MMUUAAA! MUUAA!! en el medio del sexo. Me llevaron hasta mi casa borracho. Me quede solo en casa un sábado a la noche, me quede muchos sábados con una amiga comiendo helado y maldiciendo a los hombres. Volví corriendo a casa porque me había olvidado el celular. Me rompieron la camisa y el corazón, esquive golpes en la cara, metí el pie dentro de un charco, me escondí atrás de una columna, comí tapas en Puerto Madero, comí pizza en Once. Tome muchas cervezas por Palermo y muchas también por la calle Reconquista. Tome café en la calle Corrientes, demasiados Vanilla Latte en Starbuks y una cantidad inconmensurable de Doble Cuarto de Libra Grill antes de volver a casa luego una cita fallida. Me cruce con hombres a propósito y a veces cuando menos lo esperaba y más lo necesitaba. Una vez me cruce a alguien, que me dejo sin palabras y paralizado, que estaba feliz con su novio en la misma fila que yo para comprar pochoclos. Me dejaron plantado y me dieron excusas ridículas. Llore frente a la computadora, mientras escribía ‘JAJAJA’. Me reuní mucho en bares con mis amigos de siempre y conté mis historias. . Me dijeron nombres falsos y gane nuevos amigos. Volví solo a casa y me dormí en el colectivo. Me abrasé a la almohada para calmarme. Salí, un montón, pensé en lo que más quería y salí a buscarlo. No lo conseguí. Si ya estuve ocupándome de mi mismo y sin preocuparme, si ya estuve buscando sistemáticamente, si ya estuve en pareja y no funciono, tal vez el amor no es para todos. Conozco personas que deben elegir entre su pareja y sus amigos. Gente que está deprimida y que no puede hablar con su ex porque aun lo ama. Conozco gente que tiene terror de separarse y gente que engaña a sus parejas. Muchas personas que quisieron amarme y otras que solo querían cogerme. No encontré alguien a quien amar pero si conocí a muchas personas increíblemente divertidas, gente que me hizo reír y que espero seguir viendo por ahí. Los hombres aparentemente me son esquivos, al menos por ahora. Sin embargo los amigos siempre están, los de siempre y los de ahora, los que fueron el objeto de mi afecto y son ahora mis amigos. De todos los que poblaron las paginas que escribí hay uno que es tan mi amigo como si lo hubiera conocido hace años, hay dos que no me hablan. Hay uno que aprendí a querer como se quiere a un amigo (anoche mismo, en mi fiesta de cumpleaños) aunque en el algún rincón de mi corazón hay, en un cajoncito y guardado, el recuerdo de algunos de los besos que más voy a recordar en mi vida. Otra gente paso sin pena ni gloria. Gente de otros países, gente realmente bella y otros no tanto. Personas del interior del país, en el interior del país y en buenos aires. Gente que deje pasar y que me quería de verdad, esas personas que me alegra mucho haber conocido y que me apena terriblemente no poder sentir lo mismo. Lo que me hace pensar una vez más, y por ultima, en que las personas quieren y aunque son las razones de ese amor misteriosas no dejan de tener peso. Las personas aman solo a quienes aman y los que no son amados no pueden hacer nada para remediarlo. Es irónico. Sería mucho más fácil enamorarse de alguien que te corresponde. Pero (siempre hay un pero) existen parejas felices, quizás es lo que hace todo mas difícil, uno sabe que existe que no es imposible, que las personas están felices de a dos. Uno lo ve, lo sabe, a menudo es invitado de esas personas que son felices y cocinan, y prueban la salsa con cucharas de madera o hacen empanadas caseras. Uno lo ve a diario, lo recuerda, lo sintió alguna vez. El amor, que es el fin último de cualquier persona (o puto) está dando vueltas alrededor. Se respira en el aire y un día, tarde o temprano, en algún momento, si los planetas se alinean, si el dólar vuelve a bajar, si nieva en Buenos Aires el amor va a llegar para quedarse.
Mientras tanto, las cenas seguirán siendo con amigos y las empanadas de delivery.

1 comentario:

  1. los planetas siguen girando
    el dolar sube y baja
    y mas d una vez nevo en buenos aires
    y estoy seguro q vas a encontrar lo q estas buscando
    te quiero mucho dieguito
    muy feliz cumple

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