Diego Sale a Cenar

Trato de explicar por qué algunos nosotros recorremos las calles de Buenos Aires solitos . Buscamos el amor o una cita, un amor para toda la vida aunque dure solo un día.

Me Visitaron

jueves, 1 de octubre de 2009

Preparativos para la primera noche

Génesis. Primera Parte. La conquista del desierto

Bueno una amiga me dijo que tendría que escribir algo. Así que algo voy a escribir. Lo que se me ocurre es que la gente debería escribir sobre lo que mejor conoce, sobre los ámbitos en los que se desenvuelve la vida cotidiana o sobre algo completamente ajeno , pura ficción , por así decir. Entonces se me ocurrió que mi vida transcurre mucho rodeado de mis amigos y sus historias. Mis propias historias siempre son regadas de generosos consejos y anécdotas de mis más cercanos. El ámbito donde se mueve mi vida es siempre el mismo. El amor, las relaciones.
Por un lado, entonces el ámbito donde transcurre mi vida .El amor. Por otro lado, es completamente ajeno. O sea pura ficción! En definitiva podría hacer una larga lista de preguntas que nunca me fueron respondidas. Al menos no por aquellos que fueron el origen de las inquietudes en primer lugar. Las cuestiones del amor son sin duda las que mueven a cualquiera a escribir una historia. Sería justo entonces empezar a contar mi historia y mi relación con el amor. Pero justo no es mi nombre. Ni siquiera se acerca a algo relacionado con el amor la justicia. También está el sexo en todo esto. Lo que complica aún más la cosa.
La cuestión es la siguiente tengo 32, estoy en la recta final de mi cumple numero 33 y todavía no conseguí una cita para ese día. Estos relatos se van dando para mostrar mis aventuras en Buenos Aires para encontrar amor verdadero o al menos un muchacho lindo que pueda sostener mi mano delante de mis amigos , básicamente porque me harta que las personas me froten el brazo, me abrazasen , me compren cerveza, me apoyen la barbilla en el hombro, me sonrían y asientan con la cabeza, brinden por mí, me entiendan, no me entiendan , me presenten a sus peluqueros , compañeros de trabajo del call center , compañeros de la clase de teatro, de la clase de cocina, de la facultad de arquitectura , hermanos , ex novios ,porteros del edificio de al lado (que encima te aclaran que son ‘’encargados’ y le dan al chupi); todo este desfile de personas acompañada de los mejores deseos y una frase matadora : ´´ya vas a encontrar a alguien…’’ y la aun más cruel, la patada en los huevos de las frases condescendientes: ‘’¿ hace cuanto que estas solo?(…) bueno ya va a llegar’’. Por suerte, mala suerte claro, planeo abrirme camino solito en esta historia.
Los comienzos son difíciles, y a pesar de que vengo haciendo esto hace tiempo, lo de conseguir una cita puede ser complicado. Hace dos años, para esta época del año, acepte salir con un ex que amablemente me explico con toda claridad y en forma muy convincente, convengamos que yo estaba bastante predispuesto, que había cambiado y toda la psicosis que había traído a mi vida por un tiempito, que yo pensé pasado, había desaparecido. Bueno estaba en mi cumple 31, y todo el mundo sabe que los treinta son a los gays lo que los que 20 a los heterosexuales( Sí, los gay de alrededor de 20 son como criaturas de 12). Estaba entonces en la mayoría de edad y pensé que era muy de persona pensante dar una segunda oportunidad a las personas adultas de buena voluntad que habitan en este bendito país y circulan por la calle Santa Fe. Salí con mi ex y ‘’volvimos’’, los celos enfermizos eran historia, así que en mi fiestón de cumpleaños fui del brazo con mi viejo/nuevo novio. La noche fue muy alegre y recibí muchos besos y abrazos. Cada vez que un muchacho me abrazaba reconozco que miraba por encima del hombro para esquivar un cuchillazo de Fabi, pero no paso nada. Nos habíamos conocido hacia 6 años, habíamos salido unos meses, pero me él dejo convencido de que yo tenía una relación secreta y lujuriosa con mi mejor amigo el Facu, pobre gordo ni siquiera estaba acostumbrado a la idea de que no me gustaban las mujeres. En la segunda vuelta, luego de unos quince días, y basándose en el precepto de que los años que no estuvimos juntos eran parte de ‘’nuestra relación’’ me propuso una solución a nuestro problema de vivir en lugares distintos del gran Buenos Aires y, sobre todo, una solución al problemita de mi situación inmobiliaria de ese entonces, yo vivía con mi mejor amigo en Quilmes. ‘’Múdate conmigo a San Miguel’’ me dijo con una sonrisa, y si bien por segundo me lo imagine, luego recordé bien lo que no había funcionado entre nosotros y me fui corriendo despavorido …después de una vuelta manzana volví, porque estábamos en mi casa, y le dije que no .
Así que mi cumple 31 paso con novio y dio la bienvenida a un verano inolvidable por muchas cosas y personas que conocí.
En el año nuevo fui tomando conciencia de que las cosas tenían que cambiar , que era mejor hacerse a la idea de que los adultos aceptan sin chistar una vida miserable de soledad , o peor aún, una vida de matrimonio con hijos y todo. Para hacer mi trabajo de campo, a fin de corroborar mi teoría, acepte la invitación de mi ex familia política para pasar el año nuevo . Era una fiesta con mucho espíritu de familia. Se iba criticando a cada uno de los invitados ausentes, y se iba cambiando de persona a media que los criticados iban cayendo al festejo . Una vez todos presentes empezó la vuelta de nuevo. Cerca de la medianoche , y luego de comida abundante y rico champagne. Luego de haber divertido a los presentes con mis historias coloridas de romances gay y promiscuidad, luego de vomitar el vitel tone y pedir un traje de baño prestado al dueño de casa , decidí tomarme un descanso y me fui a tirar a una reposera , junto a la pileta para ver a los s sobrinos jugar en el agua. Me prendí un pucho y pensé. Mire las estrellas.
La medianoche. El año nuevo. Brindis y luego helado en la pileta esquivando los pelotazos y los sobrinos tirándose de bomba. Y pensé que eso era divertido. Para saludar llego Mariano . Morocho . Petiso. Uno de esos hombres que me doy vuelta a mirar por la calle. Él era el proveedor de caños plásticos que había forjado amistad con todos los miembros de la familia , incluso un servidor, yo mismo había sido un miembro excluyente de esa familia por seis años. Y no llego solo . Llego con su flamante esposa embarazada y el hijo de ella, sus bermudas de hombre casado con chomba blanca y un detalle que me hizo reconocerlo, una alpargatas VANS con cuadritos blancos y negros. Como siempre me hablo, como hablan los amigotes (heterosexuales) y lo felicite por su nueva realidad. Los dos nos lamentamos (por compromiso) de que ya no nos íbamos a cruzar por los bares del centro. A las dos estaba volviendo a casa. Protestando por la plata que gasta la gente en pirotecnia y despotricando contra los padres que dejaban beber alcohol a los hijos menores. Contra mis contemporáneos que manejaban alcoholizados, contra lo que cortaban la calle para quemar muñecos y contra todo lo que me separaba de mi cama segura y vacía al otro lado de la vías del ferrocarril Rocca. Toda esa perspectiva se borro y volví a mi estadio natural en un segundo apenas me conecte, al llegar a casa, y encontré un mail en mi casilla. El juego empezaba de nuevo. Y todavía faltaban once meses para mi cumpleaños numero 32.

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